lunes, 10 de marzo de 2014

Hermetismo en estado puro (El Kybalion - Los Misterios de Hermes)




La Tabla de Hermes

“Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par:

-         El TODO es mente, el universo en mental.
-         Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.
-         Nada está inmóvil; todo se mueve, todo vibra.
-         Todo es doble; todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades; todas las paradojas pueden reconciliarse.
-         Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
-         Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la Ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley.
-         La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos.


Aclaraciones herméticas del Kybalion


Transmutación Mental

La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.

El TODO

Más allá del Cosmos, del tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la realidad substancial, la Verdad fundamental. Lo que constituye la Verdad fundamental, la Realidad substancial, está más allá de toda denominación; pero el sabio lo llama el TODO.
   En su esencia el TODO es incognoscible.

El Universo Mental

El universo es una creación mental sostenida en la mente del TODO.
   El TODO crea en su mente infinita innumerables universos, los que existen durante eones de tiempo, y así y todo, para Él, la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos, no significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de ojos.
   La mente infinita del TODO es la matriz del Cosmos.


La Paradoja Divina

El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se imagina que puede desafiar sus leyes, ése no es más que un tonto vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los elementos, en razón de su locura. El verdadero sabio, conociendo la naturaleza del universo, emplea la Ley contra las leyes; las superiores contra las inferiores, y por medio de la alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo valioso y de esta manera triunfa. La maestría consiste, no en sueños anormales, visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las fuerzas superiores contra las inferiores vibrando en los más elevados. La transmutación (no la negación presuntuosa) es el arma del Maestro.

El TODO en TODO

Si bien es cierto que todo está en el TODO, no lo es menos que el TODO está en todas las cosas. El que comprende esto debidamente, ha adquirido gran conocimiento.




Axiomas Herméticos

La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que enterrar metales preciosos: una cosa vana e inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna, deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en conflicto con las leyes naturales.

Para cambiar nuestra característica o estado mental, cambiar la vibración. Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concentrar la atención en el polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se mata cambiando su polaridad.

El ritmo puede neutralizarse mediante el arte de la polarización.

Nada escapa al principio de causa y efecto, pero hay muchos planos de causalidad, y uno puede emplear las leyes del plano superior para dominar a las del inferior. El sabio sirve en lo superior, pero rige en lo inferior. Obedece a las leyes que están por encima de él, pero en su propio plano y en las que están por debajo, rige y ordena. Sin embargo, al hacerlo, se sumerge en la Ley, y comprendiendo sus movimientos, opera en ella en vez de ser su ciego esclavo. Va de aquí para allá, según su propia voluntad, en vez de dejarse arrastrar. Sin embargo, el sabio y el ignorante, están todos sujetos a la Ley. Aquel que esto comprenda va en el buen camino que conduce a la Maestría.

El “Ser” puede ser considerado bajo su doble aspecto del “yo” y de “mí”. El “mí” se sentirá como algo mental en lo que pueden producirse los pensamientos, ideas, emociones, sentimientos y otros estados mentales. Puede ser considerado como la “matriz mental” capaz de generar mentalmente. Este “mí” posee un poder de energía enorme, pero, a pesar de todo, se tiene la conciencia de que debe recibir alguna forma de energía. Existe un algo que puede “querer” que el “mí” obre de acuerdo con cierta línea creadora y que, sin embargo, permanece aparte, como testigo de esa creación mental. A esta parte de sí mismo se le da el nombre del “yo”. El Yo representa el aspecto del “Ser”; el Mí el aspecto del “devenir”.



No podemos imaginar nada fuera del TODO, más allá de la Ley, y esto porque el TODO es precisamente la Ley en sí mismo.

La verdadera transmutación hermética es un arte mental.

El TODO es Mente; el Universo es Mental.


Tres Iniciados - El Kybalion (Los Misterios de Hermes)


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