Saber es mucho más que conocer,
"saber" es "amar mucho".
Cuando uno comparte lo que sabe,
es decir, lo que uno ama,
no lo debilita ni lo hace disminuir.
El saber que brota y es fuente de amor
se expande tanto más
cuanto más se comparte,
se afianza cuanto más se extiende.
Es el amor el saber más auténtico,
la más divina de las sabidurías.
La sabiduría lo vuelve todo mágico.
La "magia" verdadera no es truco de ilusionismo
sino un estado de conciencia,
un modo de ver, acercarse, tocar y transformarlo todo
como para hacer titilar las pupilas de un niño.
Los niños saben muy pocas cosas
pero su alma está recubierta con los visillos de la Sabiduría.
El sabio sabe, en realidad, muy poco:
sabe ver cuando mira y oír cuando escucha.
Por eso está abierto y disponible para aprenderlo todo,
de nuevo.
El sabio no necesita hablar
para compartir lo que sabe:
todo él es una revelación permanente
de un saber "de otra manera".
El sabio no añade más palabras o ideas
sino silencio entre las palabras y las ideas
para que así el "conocer"
se transforme en "amar".
El sabio es la forma material y limitada
en la que se encarna una Sabiduría ilimitada.
Todos los corazones "sabios" tienden a unirse
formando un único territorio
en el que los latidos se multiplican,
como uno solo,
para que también puedan oírlo las estrellas.
José María Toro - Educar con " Co-Razón"
Hola Manuel
ResponderEliminarEscribo mi comentario de nuevo que sin terminarlo, le he debido dar alguna tecla del portátil sin querer y se ha publicado. Por eso lo he eliminado y aquí lo pongo de nuevo. Espero que esta vez llegue bien.
El filósofo Sócrates nos dejó una frase muy significativa y que siempre me ha dado qué pensar: "Sólo sé que no sé nada"
El amor, cariño y afecto se demuestra con el corazón, es más cuestión de sentimientos que de sabiduría. A veces tendemos a racionalizarlo todo, a dándole una explicación lógica a lo que sentimos y se pierde la naturalidad y sencillez que surge de manera libre y espontánea cuando existe el amor.
Para terminar te dejo una frase del filósofo Imamnuel Kant:
"El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca"
Interesante el poema que has puesto, me ha dado qué pensar.
Es un gusto leerte Manu.
Un abrazo
Sabias palabras, uxue, te explicas de maravilla. Yo hasta hace poco tiempo casi todo lo miraba desde la óptica de la razón, no podía librarme de ella y de mis supuestos conocimientos, hasta que empecé a comprender el valor de aplicar los sentimientos, la intuición y la espontaneidad. Es genial la frase "saber es amar mucho", y para eso hay que desaprender, vaciarse de contenidos que nos confunden.
EliminarUn saludo con amor
Hoy estoy de nostalgias. He vuelto a los blogs de los viejos amigos, que no visitaba por falta de tiempo, y me he encontrado con muchas sorpresas. La tuya es de las que alegran y confortan. Bonitos textos, y te veo sereno, como te he visto siempre. No obstante, se te echa de menos en otros lares...,que lo sepas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lola- Atlántida ;)
!Bienvenida la nostalgia entonces! Espero que tengas más tiempo para tus artículos, siempre de un gran nivel psicológico y didáctico.
EliminarNo sé si estás de acuerdo en que el foro actual no ha creado el clima más propicio, lleno de enfrentamientos y disputas, de luchas bizantinas e intrusiones negativas. Quería evitar la ansiedad que todo eso me creaba; aunque sigo visitándolo regularmente, y no descarto que me anime de nuevo a participar.
Gracias por tus palabras, Lola, nos seguimos leyendo donde sea.