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jueves, 3 de mayo de 2012

La Alegría de Dar (Ángel Peña)

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Alguien ha dicho que el mayor negocio del mundo sería comprar a las personas por lo que creen que valen y luego venderlas por lo que realmente son. Sería un negocio redondo, porque se comprarían a bajo precio, ya que no se valoran;  y se venderían a un alto precio, por lo que realmente valen. Muchas personas no aprecian sus cualidades o no las han descubierto y, por eso, se creen poca cosa. Precisamente, el objetivo  de las terapias sicológicas para personas de baja autoestima está en tratar de que se acepten a sí mismas con su propia historia personal, con sus limitaciones, pero también con sus cualidades, haciéndoles ver que tienen una misión que cumplir y que no han venido al mundo por casualidad.

Muchos jóvenes modernos no se valoran, se dejan llevar por la moda pasajera y de las variables de la cultura. Y en esta cultura moderna, que promueve el relativismo de la vida y el buscar el placer por encima de todo, no entra en cuenta Dios. Más bien, parece que en algunos ambientes está de moda decirse ateo, agnóstico o simplemente creyente no practicante. Guiándose de la moda, estos jóvenes, sin madurez, pueden caer en las garras de las empresas de publicidad que tratan de incentivar sus deseos de estar al  día, promoviendo la compra de toda una serie de cosas vanas, desde zapatos de tal marca hasta pantalones. Ellos siguen la moda, como si en ello les fuera el sentido de su vida. Quieren ser libres y se dejan dominar por la moda. Si está de moda un cuerpo flaco, las gordas se ven mal, o al revés. Si está de moda llevar tatuajes o piercing o hacer tales cosas o ir a tales lugares, ellos lo hacen y, si no pueden seguir la moda por no tener dinero suficiente o por otras razones, se sentirán mal y eso afectará su autoestima.

Otro punto, que afecta a los jóvenes especialmente, es que imitan a sus ídolos de la canción, del cine o del deporte… Y tratan de parecerse a ellos en su modo de comportarse, en su vestimenta y hasta en sus costumbres. Si él fuma, yo también fumo. Si él va con barba larga y cabellera, yo también; y así en otras cosas. ¿Por qué no imitan a personas ejemplares en su esfuerzo y trabajo para conseguir sus metas?

Muchos padres de familia consienten demasiado a sus hijos; sobre todo, si son hijos únicos, y éstos se hacen dictadores que no saben más que exigir y pedir y pedir. No saben  lo que valen  las cosas. Son caprichosos y, de esta manera, están mal preparados para la vida en la que nada se consigue sin esfuerzo y sin sacrificio. Por eso, pueden llegar a ser unos fracasados con una autoestima por los suelos, y terminar siendo resentidos y envidiosos contra todo y contra todos. Algunos son impactados negativamente por lo que ven en la televisión, donde se presenta el perfil del hombre triunfador como blanco, rubio, bien vestido y con calzado deportivo. Y, si  ellos no son así, pueden sentirse mal y guardar rencor contra los  ricos y poderosos. 

De todos modos, todos pueden mejorar y superarse. Lo importante es descubrir las cualidades innatas personales y desarrollarlas. Y, sobre todo, saber que lo que da sentido a la vida es el amor sincero ¡Hay tanto que hacer y tanto que ayudar! El mundo está lleno de tareas que cumplir. Hay muchos vacíos, porque demasiadas personas no han sabido cumplir su misión. Tú estás llamado a servir, a hacer el bien y hacer felices a los demás. Sólo así podrás sentirte realizado como persona y encontrarás tu propia felicidad.

Amar es algo hermoso. Amar es querer bien al otro, alegrarse de su felicidad y dolerse de sus desgracias. Amar es comprender, es perdonar. Amar es respetar al otro y ayudarle a crecer y desarrollarse como persona. Es ayudar a que llegue a ser la mejor persona posible. Es enseñarle a amar y darle buen ejemplo. Amar es decir siempre la verdad, es servir, sonreír, ayudar, agradecer…El amor transforma la vida y la llena de luz, alegría y paz. Y en este camino del amor, nunca debemos decir basta; porque caeríamos en el gran pecado de omisión: no avanzar todo lo que podíamos haberlo hecho, no hacer todo el bien que deberíamos haber hecho, habiéndonos quedado a mitad de camino de la meta.

Por eso, procura que los demás se sientan importantes a tu lado. Diles que los amas. Díselo con una sonrisa, con un apretón de manos, con un abrazo o con una palabra de aliento. No dejes pasar ninguna oportunidad de hacer felices a los que te rodean.Dales  tu cariño sin esperar recompensa, descubre  la alegría de las pequeñas cosas de la vida: el encanto de un niño, de unas flores para un enfermo, el silencio de una iglesia, el rumor del riachuelo, el trino de los pájaros. El mundo está lleno de maravillas que pueden alegrarte y hacerte feliz. No te rebajes, creyendo que no vales para nada. Ama y tu corazón se alegrará e irradiará su luz a tu alrededor. ¡Tanto se puede dar! ¿Será que no conoces la alegría de dar?

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Ángel Peña – Autoestima, Amor y Felicidad

4 comentarios:

  1. Hola manulondra

    Qué tema tan interesante el del amor, la autoestima y la libertad para hacer lo que a uno más le conviene y ayuda a crecer y ser mejor.

    Me ha gustado mucho la primera parte que cuentas del valor de las personas. Muchas veces uno se menos-valora y cuando alguien le ayuda a descubrirse y ver como realmente es, esa persona empieza a crecer en libertad.

    Hay un párrafo que me gusta mucho de Jorge Bucay, y trata sobre el verdadero amor por el otro:

    ”Amar no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar a otro para que sea quien es. Mucho más allá de que esa autenticidad sea o no de mi conveniencia. Mucho más allá de que siendo quien sos, me elijas o no a mí, para continuar juntos el camino.”

    Me ha gustado mucho tu entrada Manu, gracias por compartirla.
    Un beso

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    1. Muchos dicen que les gustaría irse para siempre a una isla desierta, completamente solo. Parece bonita perspectiva, al fin conseguirá que nadie le moleste, ni le ordene. En su contra, no hallará autoestima, nunca sabrá quién es; también olvidará lo que es el amor... ¿para qué lo necesita? Aunque lo peor es que no encontrará la libertad, se sentirá encarcelado por su propia mente.

      Saludos!

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  2. ¡Qué complicada es la autoestima!

    Saludos, Manulondra!

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    1. Es complicada llevarla a cabo en su totalidad sin perjudicar al mismo tiempo a los demás con los que se convive, porque la frontera con el egoísmo es muy tenue. Así que lo fácil para cualquiera es confundirse y derivarla hacia el egoísmo, donde solo existo yo físicamente, mis deseos y mi mente torturándonos continuamente.

      Saludos!

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