Penoso, Manu, vergonzoso, aberrante e inmoral. No sé yo si saldremos bien parados. No tiene desperdicio nada de lo que has puesto en tu entrada, pero que siendo tantísimos los que pensamos lo mismo que tú, no se nos haga el más mínimo caso y se nos desoiga de esta manera tan asquerosa, me pone los pelos como escarpias. ¿En manos de quiénes estamos?
Hay muchísimos que estamos de acuerdo, pero a la hora de la verdad no movemos un dedo, permanecemos en nuestros quehaceres y solucionamos los problemas inmediatos. Si entendemos que hace falta un cambio radical del sistema, no podemos ni imaginar por dónde habría que empezar, porque nos han inculcado que las revoluciones siempre llevan al desastre y a em peorarlo todo. Siempre hará falta un líder que mueva a la movilización, pero nos han hecho desconfiar también de cualquiera, y nos han metido el miedo de que puede ser otro Hitler que al final revele sus verdaderas intenciones y seamos de nuevo engañados. Llegamos entonces a considerar que lo único posible es empezar de cero, pero para ello haría falta un cataclismo mundial, que quizá también se esté preparando por los poderes oscuros. Ante ello nos vemos impotentes y seguiremos prefiriendo lo malo conocido. El tiempo lo dirá, ya estamos en la hora 11...
Cada vez está peor la situación. Lo que antes no valía ahora vale. Aquí están las consecuencias de las mayorías absolutas que el que manda decide a golpe de dedo porque le da la gana. Y esto va a más...a quién les queda por culpar? Es una vergüenza lo que está pasando y cómo el gobierno hace oídos sordos a la gente del pueblo, preocupándose de sus bolsillos y el del de los bancos. En fin,...que vamos de mal en peor. Un abrazo Manu
Es así, uxue, ni Platón lo hubiera imaginado peor cuando dijo que la Democracia es el menos malo de los sistemas políticos posibles, porque el que él proponía al mismo tiempo lo consideraba casi irrealizable. Tendré que volver a leerme la Republica, el mejor tratado político que se ha escrito jamás, pero recuerdo que se trataba de un gobierno de sabios reconocidos por sus virtudes, ya en la madurez y edad avanzada, con solvencia económica para que no les tentara la ambición, etc., siempre por el Bien de su pueblo. ¿Utópico, no?
Penoso, Manu, vergonzoso, aberrante e inmoral. No sé yo si saldremos bien parados. No tiene desperdicio nada de lo que has puesto en tu entrada, pero que siendo tantísimos los que pensamos lo mismo que tú, no se nos haga el más mínimo caso y se nos desoiga de esta manera tan asquerosa, me pone los pelos como escarpias. ¿En manos de quiénes estamos?
ResponderEliminarUn beso, chiqui
Hay muchísimos que estamos de acuerdo, pero a la hora de la verdad no movemos un dedo, permanecemos en nuestros quehaceres y solucionamos los problemas inmediatos. Si entendemos que hace falta un cambio radical del sistema, no podemos ni imaginar por dónde habría que empezar, porque nos han inculcado que las revoluciones siempre llevan al desastre y a em peorarlo todo. Siempre hará falta un líder que mueva a la movilización, pero nos han hecho desconfiar también de cualquiera, y nos han metido el miedo de que puede ser otro Hitler que al final revele sus verdaderas intenciones y seamos de nuevo engañados. Llegamos entonces a considerar que lo único posible es empezar de cero, pero para ello haría falta un cataclismo mundial, que quizá también se esté preparando por los poderes oscuros. Ante ello nos vemos impotentes y seguiremos prefiriendo lo malo conocido. El tiempo lo dirá, ya estamos en la hora 11...
EliminarSaludos, niña.
Cada vez está peor la situación.
ResponderEliminarLo que antes no valía ahora vale.
Aquí están las consecuencias de las mayorías absolutas que el que manda decide a golpe de dedo porque le da la gana.
Y esto va a más...a quién les queda por culpar?
Es una vergüenza lo que está pasando y cómo el gobierno hace oídos sordos a la gente del pueblo, preocupándose de sus bolsillos y el del de los bancos.
En fin,...que vamos de mal en peor.
Un abrazo Manu
Es así, uxue, ni Platón lo hubiera imaginado peor cuando dijo que la Democracia es el menos malo de los sistemas políticos posibles, porque el que él proponía al mismo tiempo lo consideraba casi irrealizable. Tendré que volver a leerme la Republica, el mejor tratado político que se ha escrito jamás, pero recuerdo que se trataba de un gobierno de sabios reconocidos por sus virtudes, ya en la madurez y edad avanzada, con solvencia económica para que no les tentara la ambición, etc., siempre por el Bien de su pueblo. ¿Utópico, no?
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