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miércoles, 4 de junio de 2014

El Ideal Andaluz: una verdad incumplida




“Todos los regionalismos, en el fondo egoístas, nacen de intereses o cuando más de accidentes geográficos. Andalucía, único sector de España que podría juzgarse nacionalidad por constituir unidad geográfica, geológica, botánica y antropológica; y por la opulencia de sus producciones; la única poseedora de acentuada personalidad patente en su propio carácter, en su condición étnica, en sus genuinas costumbres; la única víctima de la centralización, con la cual coinciden su decadencia y la de la patria así como el progreso de otras comarcas antes tributarias suyas, es la sola región de España que repugna el regionalismo. No falta explicación a tan inverosímil antinomia. Andalucía no es, no puede ser regionalista, porque Andalucía es España”


“Somos tal vez los andaluces los únicos, o al menos los que mejor podemos hablar sin despertar recelos de regionalismo, porque a nadie envidiamos, ni somos egoístas, ni fundamos en insensatas emulaciones, ni en africanos odios, la exaltación de la personalidad…. Y es que Andalucía es la España por excelencia; que todo lo andaluz se convierte en nacional y todo lo nacional es andaluz”



Mario Méndez Bejarano - Andalucía y Ultramar (1929)





“Hoy hay también, al lado de una realidad andaluza, un ideal andaluz, la idea de una Andalucía ideal; pero ésta no se pretende ofrecer como una visión del presente, sino como un presentimiento del porvenir”

“Este vaso de elección, que es Andalucía, sugiere  la imagen, tiene el suave contorno de una copa de champaña… Y es tradición artística que el seno de la mujer; copa augusta y dulce, fue el sagrado modelo del primer vaso… Andalucía es el seno fecundo de España. Andalucía es un ideal. Por eso se ha podido hablar del ideal andaluz. Andalucía es una idealidad… Su alma es tan aérea, que mejor que de un alma andaluza debemos hablar de un aura de Andalucía: hálito de su alma y halo de si cielo… Andalucía es inmensa: es toda una inmensidad. Pero no una inmensidad vacía de contenido, uniforme y simplicista. Andalucía encierra un potencial de diferenciación, como difícilmente puede encontrarse otro igual en pueblo alguno. En menos grados de latitud no cabe una mayor diversidad, ni más suma de contrastes que los ofrecidos por esta región en sus condiciones atmosféricas, en las producciones de su suelo y subsuelo, en su fauna y en su flora, hasta el punto de poderse afirmar con exactitud que no hay una, sino varias Andalucías. Así se puede hablarse de una Andalucía levantina y de otra lusitana y de otra manchega. Y así como hay una Andalucía campesina y otra ciudadana, así hay una Andalucía serrana y una Andalucía costera, marinera, la Andalucía de las playeras y de la mar bella”

“El ensueño andaluz –dotado de la infusa sabiduría del gay saber, y de la espontánea santidad de los bienaventurados– era un ensueño libre, laborioso, liberal… Un aparente sensualismo rebozaba su plenitud espiritual: y por bajo el reposo aparente de la siesta, las ideas y las emociones rondaban y emergían en una intensa e inquieta vida interior… Misterio gozoso de la vida fácil del dejarse vivir; contento ingenuo del dejarse penetrar del encanto de las cosas… y de las almas, del ambiente y del cielo, de todo y de nada… Sonreír perenne y hondo que impregna a la contemplación de una dulce y serena recatada, tácita”



José María Izquierdo - Divagando Por La ciudad de la gracia (1914)





“Tenemos el deber de crear para Andalucía una vida mejor, y debemos hacerlo formando, sin artificios, el espíritu colectivo. Una política clara, limpia y sin sabor es esta de crear el espíritu colectivo. Las individualidades, o sea los egoísmos, deben ceder por el dominio de cada uno sobre sí mismo para la vida de la relación con los demás. Unos y otros, por amor a Andalucía, a España y a la Humanidad, debéis procurar que dejen de ser una contradicción perenne el cielo azul de nuestra región alegre y las almas torturadas de los andaluces. El espíritu se gobierna por la economía de la paciencia. Hay que reflexionar, callados, sobre estas cotizaciones de la moral, positivo valor financiero de los pueblos que quieren salvarse”

“Nosotros creemos en la redención de Andalucía; pero solo por medio de un programa integral, cuya recia base ha de ser un previo e imprescindible fortalecimiento del alma colectiva, que ponga en posesión al pueblo de su plena conciencia cívica. El ideal regionalista que sentimos está contenido en la fórmula de una intensa y extensa cultura previa. Cuando Andalucía sea una fuerza, no ya como ciega avalancha arrolladora surgida al influjo de la soflama revolucionaria, sino por la fortaleza del pensamiento y la afirmación de la conciencia colectiva, todos los problemas se resolverán con facilidad sorprendente. Basta con que el pueblo quiera, y sepa lo que quiere, para pedir y obtener cuanto le convenga. Intensifiquemos la cultura, que es la base del edificio social. Cuando la cultura media sea capaz de ahogar la ignorancia del ambiente, el problema de Andalucía caminará rápido hacia su resolución”



José Andrés Vázquez - Epistolario Bético (1919)





“El federalismo es una nueva receta emanada de un grupo de pensadores que concebían la nación no como un todo orgánico, moralmente indivisible, sino como un compuesto, como un conglomerado de distintas sociedades unidas entre sí por medio de pactos hipotéticos. Y en esta nueva fórmula, se volvía a hacer caso omiso de lo que representaba todo el amor regionalista, es decir, la unidad viviente que constituía la “región”, suficiente por sí misma –como organismo moral dotado de vida propia– para los fines de un solo Estado”

“Es preciso, pues, concretar este ideal, no fabricándolo, sino haciéndolo surgir del pueblo con sus vigores y hasta con sus defectos. Es preciso, por tanto, trazar una norma que, originada por el sentimiento colectivo del pueblo, sea explicitada por los pensadores lo más clara y naturalmente posible para que el mismo pueblo vuelva a recogerla y asimilársela. De este modo, los que fueron sentimientos innatos y confusamente sentidos serían después ideas poderosas que desarrollarían toda la vitalidad adormecida de la masa”

“No, nuestro regionalismo no existe; sería preciso que concentráramos nuestro cariño en una labor íntima sin rebasar las lindes y demarcaciones de Andalucía. Y eso, actualmente, sería contrario a nuestro sentimiento y a nuestro carácter. El andaluz es tan espléndido, tan derrochador de su alegría y de sus pasiones, que inunda toda España con su sangre generosa o con su verbo típico y gracioso. Y con una prodigalidad, que acaso le sea dañina, ensancha las lindes de su región y el andaluz lleva a Castilla, a Cataluña, a Aragón, a toda España, en fin, la esplendidez de sus amores y el derroche fácil de su corazón grande. Un andaluz, en cualquier parte de España, será en pocos días, un conocido que sabrá  simpatizar con el derroche de su viveza y con la facilidad maravillosa de su adaptación”


Isidro de las Cagigas - Apuntaciones para un estudio del regionalismo andaluz (1914)





Libertad es autonomía en el discernimiento y en la manifestación de hechos de aquella facultad. Igualdad para enriquecer el ser o superarlo. El desarrollo de estos dos conceptos se acelera por la paz y solidaridad libre entre los seres humanos… La instrucción no alcanzará el fin educativo como arma de una formalista educación ciudadana o colectiva; sino como instrumento de una íntima y primordial aspiración religiosa, concretamente definida de Eternidad, esto es, como arma de la finalidad última de vivir, y la interpretación económica de la historia es, precisamente, la negación de esta finalidad… Necesitamos gobernantes que sean maestros; Estado que sea escuela; política que sea arte de Educación. Crear hombres justos, no burócratas que nos aniquilen la verdadera ley del espíritu… El ideal andaluz ha de ser el que traduzca el ideal humano, concretado en una fórmula que condense y resuma todo un credo de optimismo, concebido, sentido y esperado con efusión. Ese ideal representará la meta del amor a la creación que por la vida se realiza, del amor que consagra al hombre creador que, en las avanzadas de ésta, lucha y se debate, dirigiéndola a su final destino, por medio del culto al ritmo y del esfuerzo por realizar la armonía en suma, por medio de la perfección y del progreso incesante y eficiente que es belleza y poder”


“Ya, nuestra Asamblea de Ronda (1918) hubo de expresar como lema de nuestra empresa restauradora: “Andalucía, por sí, para España y la Humanidad.” Esto es: Andalucía quiere volver a ser, por sí, para reanudar la obra creadora de su historia imparable; pero esta inspiración, hacia la distinción de su propio esfuerzo y responsabilidad, tiene por fin: dar a España cuanto por sí llegase a crear con la propia energía; esto es, tiene por superiores incentivos, España y la Humanidad, para las cuales anhela lograr en derechos propios el devenir creador de su alma privativa; acreditado por una historia particular ininterrumpida de elaboraciones culturales, intensas, originales, directoras”


Blas Infante - El Ideal Andaluz (1915-1921)



(Manuel Ruiz Lagos - Ensayistas del Mediodía)

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