martes, 30 de noviembre de 2010

Sobre la Vida Eterna

      

    Sólo podremos conseguir aquello en que creemos, independientemente de lo imposible que parezca, a pesar de que no haya pruebas tangibles. Si conseguimos sintonizar aunque sea fugazmente con el origen de todo, empezamos a vislumbrar la banalidad de nuestra vida, comienza a parecer absurdo que la vida termine con la muerte, y a tener certezas íntimas de que es precisamente todo lo contrario, que la muerte solo cierra una etapa de mayor o menor progreso tras la cual se acabó el sufrimiento, el lamento y el deseo propios de los seres materiales, para entrar en otra dimensión, la espiritual, pura energía que se reorganiza y que prepara sin prisas su próxima vida, con nuevos retos y objetivos.

 Si lo que estamos cuestionando es la posibilidad de la vida eterna, es imposible creo captarlo desde la óptica de afirmar de que no hay nada más allá de la muerte. ¿Qué podemos perder si creemos que existe la reencarnación, de que disponemos de infinitas materializaciones buscando la purificación de la chispa divina que se instaló en un comienzo, con el fin de que, ya limpiados de toda impureza, aspiremos a la disolución en lo absoluto? Como mínimo le daría un nuevo sentido a nuestra vida, la situaría en una espiral de intemporalidad.     
 La creencia en lo que de vida eterna tiene la reencarnación tiene como consecuencia que valoremos aún más nuestra existencia actual, única, irrepetible, con unos objetivos previos ocultos que tenemos que desentrañar y conseguir, ineludiblemente, distintos para cada uno, porque quedan muchos escalones que subir y no nos podemos permitir el lujo de malgastarla, no aprovecharla como parte de nuestra evolución. También me parece trágico saber que nos puede estar esperando un premio gordo, que sería conseguir en vida la liberación, el nirvana ó cielo o como queramos llamarlo, y no tener el valor ni capacidad suficiente para emprender ese camino, ni siquiera para aceptarlo.

   ¿Traemos condicionamientos y huellas dejadas por vidas anteriores que pueden haber motivado la elección de nuestro nacimiento en un momento y lugar determinados, con unas metas a superar? Ciertamente nos son desconocidas, pero no por ello menos importantes, ya que determinarán nuestro rumbo y qué experiencias debemos sufrir en nuestro proceso evolutivo. Visto así, es probable que necesitemos vivir el odio, la injusticia, el crimen, la maldad tanto como el amor, la justicia, la compasión, el Bien. Entonces, el propósito en nuestra vida será buscar la felicidad mediante el entrenamiento del intelecto y de los sentimientos. Las personas felices son más sociables, flexibles y creativas, más capaces de tolerar las frustraciones; esa felicidad está determinada más por el estado mental que por los acontecimientos externos. Tenemos que aprender que las emociones y comportamientos negativos son nocivos, primero para nosotros mismos y luego para los demás. Hay que apartarlos y cubrir ese hueco con estados mentales positivos. Sucumbamos a lo que nos ofrece la vida, sin perder de vista que todo lo que vivimos tiene un por qué profundo, hasta diríamos prediseñado por nuestra entidad para dar cumplimiento a sus objetivos de perfeccionamiento.

  Decía Sri Aurobindo:
" El alma del hombre es una chispa de la conciencia divina que descendió hasta la materia, y desde entonces ha tratado de liberarse a través del proceso ascendente de evolución; puede crecer lo suficiente como para poder salir a la superficie y dirigir y modelar su propia conciencia. Es también el canal a través del cual la conciencia divina puede llegar hasta los niveles inferiores de la naturaleza humana. El alma está, por un lado, en contacto directo con el Divino y con la conciencia superior, y por otro lado es el fundamento de la conciencia inferior, el núcleo escondido en torno al cual se construyen y organizan el cuerpo, la mente y la vida del individuo”.


Por todo ello no me gusta llegar a ningún trato con la vida, intento que no me trate; yo, en cambio, a ella, suelo tratarla muy mal, no le doy tregua; que no se quede quieta y estancada, que siga cada uno por su lado, que no me contamine, que no inquiete a mi muerte, que también camina a mi lado. Prefiero no encontrarme con las dos en el mismo punto y tener que optar por una de ellas. Tengo todo lo que necesito para vivir y aún muy poco de lo que necesito para morir!
 Mi muerte me da risa, sin embargo mi vida me pone serio. Sólo bromeo con la vida cuando me desvinculo de ella, y la veo desde más arriba advirtiendo su precariedad, su insuficiencia, su sarcástico patetismo, su fragilidad transitoria; entonces me río de ella y de su común banalidad, incluso la aplaudo a veces. Después, voy a su camerino y, tras felicitarla, comienzo a criticarle todo lo que está mal, sin piedad. Más tarde, ya en paz, me voy conmigo mismo a disfrutar de la vaciedad.

Pero... ¿qué he dicho este año?



Sobre Dios

A la hora de discernir por qué los dioses parecen demostrar comportamientos que para nuestro sentido ético son como mínimo incomprensibles ó reprobables, deberíamos delimitar claramente de qué dioses hablamos y de su relación con el hombre.

En todas las religiones y mitologías del mundo todo lo que existe se atribuye a un Dios eterno, innombrable, incognoscible, etc. que es el CREADOR del universo. En la mitología griega se le denomina Caos (vaciedad), en la hindú Vishvakarman, en el Popol Vuh maya de le denomina Tzakol, para los sumerios era Anu, en el mito babilónico de la creación es Marduk, en Egipto es Atum el que se libra del caos que le atenazaba y crea lo existente, y para terminar (porque la lista sería larguísima), en la Torah judía es YHVH, en la Biblia cristiana es Dios, y en el Corán Allah.

Bueno, digo esto porque casi exclusivamente en estas tres últimas, se adora al "dios" creador como el UNICO "dios", el mismo que aparece de principio a fin en sus textos oficiales y a él se atribuyen los máximos honores, omnipotente, omnisciente, eterno, suprema bondad y demás, y por todo eso no admite ninguna valoración ética posible por parte del hombre, está completamente fuera de nuestro alcance y lo único que puede hacerse es alabarle, adorarle y amarle sin resquicios, entregándose a él en cuerpo y alma.

En el resto _la mayoría_ de las mitologías, el Dios creador desaparece de escena, no se le adora en absoluto, se desentiende del mundo tras encargar su mantenimiento y desarrollo a otros dioses, y éstos a su vez a otros dioses menores. Por ejemplo, la mitología griega más antigua, Caos crea a Urano -el cielo_ y a Gea _la tierra_, posteriormente a Erebo _las tinieblas_, Tártaro _el oeste del oeste_, Nicta _la noche_ y otros más. Como eran muy promiscuos, de las incesantes relaciones entre ellos nacen los demás: Cronos, Titanes, Atlas, y una larga lista de dioses, que adoran porque controlan el destino humano, son los que arbitrariamente envían epidemias, provocan terremotos, inundaciones, deciden la suerte de las batallas, etc. Se les adora porque se les teme, se les invoca para que desistan de sus actos caprichosos respecto al hombre porque, al parecer, consideraban al ser humano como una creación perfecta y superior.

Pero, ¿en qué podemos ser superiores a esos dioses? ¿No será porque tenemos Moral , sentimientos y la capacidad de amar?

Creo que el Dios que se nos muestra en el AT. parece muy diferente al menos, desde mi visión, al  Dios que nos presentan otras alternativas y el NT., en su comportamiento ético y con unos fines ciertamente oscuros. Para ellos elige a un grupo, en detrimento de los demás coetáneos, y les presenta un nuevo formato de Redención para cuya consecución no tiembla al regalar un código moral y social meticuloso en el que, su cumplimiento, garantiza la salvación, y una tecnología muy superior a la época para llevarlo a cabo al precio necesario.

Pero ese Dios se sirve continuamente de una cohorte de intermediarios y armas letales para conseguir sus fines. ¿O es que los Elohim actúan por su cuenta disfrazados de un falso Dios y abandonan caprichosamente a su pueblo cuando ya no les son necesarios? ¿Quiénes son y qué quieren del ser humano?

No he encontrado equidad entre dioses y hombres, excepto en las sociedades primitivas que han llegado hasta hoy sin apenas contagio de las culturas desarrolladas. Para el hombre religioso de estas culturas, el espacio no es homogéneo, hay un espacio sagrado, el único que es real, que existe desde el momento en que lo sagrado se manifiesta; entonces el mundo viene a la existencia, proyecta un Centro en el Caos y se abre comunicación con lo trascendente. Para este hombre, si el mundo y el hombre existen es porque los seres sobrenaturales han desplegado una actividad creadora en los comienzos; el hombre de hoy es el resultado directo de los acontecimientos míticos; es mortal porque algo ha pasado “in illo tempore”, la humanidad fue creada como un modelo de perfección, pero cayó, es decir, fue propulsada hasta un mundo y un cuerpo cada vez más físicos.

   Entonces, este hombre ancestral, para restaurar la igualdad perdida, reproduce exacta y periódicamente mediante ciertos ritos ese tiempo sagrado. Reintegrar el Tiempo Sagrado del origen significa hacerse contemporáneo de los dioses, y emular sus poderes. Los mitos les enseñan como repetir los gestos creadores y, al hacerlo se ponen a su altura. Por ejemplo, hacer fuego, fabricar un arma de caza o construir una cabaña, son para ellos actos sagrados porque así lo hicieron por vez primera sus dioses y lo enseñaron a sus antepasados. En ese momento, el hombre recupera su esencia original y se hace igual a los dioses.

Generalmente, en estas sociedades primitivas, aunque con diferencia entre ellas, se distingue en primer lugar un Dios creador del universo, todopoderoso, pero que no es quien crea al ser humano. Supuestamente, este Dios delega el mantenimiento y conservación de lo creado en unos demiurgos. Es más fácil de entender este concepto en el induísmo (cuyos textos se remontan a miles de años de antigüedad) y aquí se dividen en tres: Brahma, el que organiza la materia y "duerme", Visnú, el que conserva, enjuicia y salva, y Shiva, encargado de la disolución, éstos son los que crean a otros dioses menores y al hombre.

Muchas de estas sociedades primitivas aseguran que en un momento determinado, bajaron del cielo unos seres que les entregan a sus antecesores su sabiduría y todos los elementos de la civilización, astronomía, escritura, confección de ropas y armas, etc. Para estos hombres no hay historia ni evolución, porque consideran que ya en un principio se les entregó todo lo que había que saber; así, este hombre, no cambia nada de aquello, y la forma de mantener intactos sus poderes y conocimientos es actualizar permanentemente ese momento primordial e idílico mediante sus ritos Es esta línea de actuación la que los hace iguales a sus ascendientes y a los dioses que los enseñaron.




viernes, 12 de noviembre de 2010

Frases y proverbios para detenerse ...




Aquello que somos hoy procede de nuestros pensamientos de ayer, y nuestros pensamientos del presente forman nuestra vida del mañana. Nuestra vida es la creación de nuestra mente.
  Buda.



El pasado está muerto, el futuro es imaginario, la felicidad sólo puede existir en el Momento Eterno de Ahora.
 Ken Keyes, JR.



La intuición no se piensa, se escucha; pensar es buscar y escuchar es encontrar; el que busca no suele encontrar. El proceso pasa por relajarse y dejarse llevar; cualquier cosa que se te ocurra en el instante que te haces la pregunta, por absurda que parezca, te da la clave para encontrar la respuesta.
  Eric Rolf.



Las circunstancias difíciles (...) parecen ser altamente desfavorables para la práctica del crecimiento espiritual. Sin embargo, para quienes están transformando sus puntos de vista, especialmente si lo hacen mediante el cultivo de la mente despierta, esas situaciones se convierten en un estímulo para la consecución de la práctica.
  Gueshe Rabten.



Aunque una persona sea muy inteligente y poderosa, si no ama a los demás tarde o temprano tendrá dificultades para satisfacer sus deseos.
 Gueshe Kelsang Gyatso.



Somos miembros de una vasta orquesta cósmica en la que cada instrumento viviente es esencial para la interpretación armoniosa y complementaria de todos.
 J. Allen Boone.



Las personas con las que tenemos una relación siempre son un espejo que refleja nuestras propias creencias, y de forma simultánea nosotros somos un espejo que refleja sus creencias.
Así pues, las relaciones son la herramienta más poderosa para crecer... si observamos honestamente nuestras relaciones podemos ver mucho sobre cómo las hemos creado.
 Shakti Gawain



Eso que me oprime, ¿es mi alma intentando salir al exterior o el alma del mundo llamando a mi corazón para poder entrar?
 Rabindranath Tagore.



Si caminas de la mano de los sentimientos, unificas tus estados emocionales, mentales y corporales. Cuando intentas luchar contra ellos o negarlos te separas de la realidad de tu ser.
 Jane Roberts.



Si dependes de alguien para tu felicidad te conviertes en un esclavo, en alguien dependiente que crea ligaduras. ¡Y tú dependes de tanta gente! Todos ellos se convierten en sutiles maestros que a cambio te explotan.
 Bhagwan Shree Rajneesh.



El sufrimiento sólo duele porque le temes. El sufrimiento sólo duele porque te quejas de él. Te persigue sólo porque te alejas de él. No debes huir, no debes quejarte, no debes temer. Debes amar ya que sabes muy bien que dentro de ti existe una magia única, un poder único, una salvación única y una felicidad única, y a eso se le llama Amor. Así pues, ama tu sufrimiento. NO te resistas, no huyas de él. Saborea lo dulce que es en esencia, abandónate a él, no lo recibas con aversión. Es sólo tu aversión lo que te hace sufrir, nada más.
 Herman Hesse.



No temas ser excéntrico en opinión, pues cada opinión aceptada hoy, fue una vez excéntrica.
 Bertrand Russell



El verdadero coraje es tranquilo y relajado. El más valiente de los hombres es el menos brutal e insolente, y en un momento de peligro es el más sereno y libre.
 Shaftesbury III



Si persigues el mal con placer, el placer pasará y el mal quedará, si persigues el bien con esfuerzo, el esfuerzo pasará pero el bien quedará.
 Cicerón



La mayor felicidad del hombre... es haber probado lo cognoscible y reverenciado tranquilamente lo incognoscible.
 Goethe



"Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, cambiará la faz de la Tierra”
  Proverbio africano



"Cuando hayas de elegir entre varios caminos, elige siempre el camino del corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca"
 Proverbio sufí



Bendito aquel que lleve un dios en su interior, un ideal, al que obedezca.
 Louis Pasteur



Las palabras, lisa y llanamente, fuerzan y dominan el conocimiento y lo sumen todo en la confusión, y arrastran al hombre hacia innumerables e inanes controversias y fantasías.
 Francis Bacon



Cuando estés triste, mira de nuevo en tu corazón y verás que, en verdad, estás llorando por aquello que fue tu placer.
 Khalil Gibran



Cuando la mente está poseída por la realidad, se siente tranquila y feliz, aunque no suene la música de una canción, y produce una fragancia pura, aunque no haya incienso ni té.
 Hung-tzu-Ch'eng



No hay nada mejor que descansar después de no hacer nada; la pereza es descansar antes de no hacer nada.
 Proverbio Chino



No digas todo lo que sabes
No hagas todo lo que puedes
No creas todo lo que oyes
No gastes todo lo que tienes

porque...
El que dice todo lo que sabe
El que hace todo lo que puede
El que cree todo lo que oye
El que gasta todo lo que tiene

muchas veces...
Dice lo que no conviene
Hace lo que no debe
Juzga lo que no ve
Gasta lo que no tiene.
 Proverbio árabe.



Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y son mejores; hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero están los que luchan toda la vida, y esos son imprescindibles.
 Bertolt Brecht



Bueno es ir a la lucha con determinación,
abrazar la vida y vivir con pasión,
perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve y
LA VIDA ES MUCHO para ser insignificante".
 Charles Chaplin



Cuando joven alégrate de la tranquilidad del anciano.
Por grande que sea tu gloria, sé indulgente en tus maneras. No presumas de lo que sabes, no estés orgulloso.
 Nagarjuna



Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo.
 Mahatma Gandhi



Todo pensamiento inteligente ya ha sido pensado; lo único que hace falta es intentar pensarlo de nuevo.
 Goethe



Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa.
 Jacinto Benavente



Perdona rápido, besa lento, sin prisa y con suavidad, ama de verdad, no dejes de sonreír, no prometas imposibles, ten compasión del desvalido, busca el murmullo de los bosques, contempla los atardeceres, huye del bullicio insustancial, cierra tus oídos a lo intrascendente, vuela en tus sueños, pero ten tus pies firmes en la tierra… ¡qué corta es la vida, pero cumple con ella!