sábado, 30 de julio de 2011

El Arcano nº 9 del Tarot: El Ermitaño



Este arcano representa la búsqueda de la realización interior y el encuentro con la luz. Es tan feliz con las riquezas del mundo espiritual, que el universo material, concreto y tangible, le parece descolorido e insignificante. Esta energía no sigue a la multitud, ni soporta la frivolidad y superficialidad de la gente en general; es por eso que no suele recibir ni atención, ni comprensión de aquellos que la rodean. El objetivo de este viaje es aprender a escuchar la voz interior, descubrir la guía interna y familiarizarse con la propia fuente de curación. El Ermitaño es la máxima representación de la soledad y la sabiduría, de la austeridad material, del pensamiento filosófico de la naturaleza y del revolucionario ferviente defensor de los más débiles, carenciados, oprimidos y discriminados. Consejero prudente y con vocación eclesiástica, que se siente guiado por la fuerza superior que le prohíbe las mezquindades del mundo.

En lo concreto significa prudencia y discreción. Recibir la sabiduría de arriba implica solicitar instrucción de un especialista en el campo requerido.
Relativo a lo económico, hay austeridad económica, pero no ambiciona más.
En la amistad necesita mayor compenetración en las relaciones y colaboración mental. En su familia es ausente aún estando en presencia de sus seres queridos.
En el amor vive un distanciamiento de una relación que se vive como dificultosa.

El Ermitaño tradicional es un un personaje barbudo, duro, que se ha retirado de la compañía de los hombres para vivir una vida de reclusión y pena. Representa el deseo de escapar del tener y gastar de la sociedad para focalizar la atención en el mundo interior. Él busca respuestas dentro y sabe que ellas llegarán sólo con paz y soledad.
Llega un punto en la vida en el cuál comenzamos a cuestionar lo obvio. Sentimos que hay una realidad más profunda y comenzamos a buscarla. Esta es una búsqueda solitaria ya que las respuestas no se hallan en el mundo externo, sino en nosotros mismos. El Ermitaño nos recuerda a Diógenes, el Griego ascético que se dice fue con una linterna en la mano a buscar un hombre honesto. Diógenes es el símbolo de la búsqueda de la verdad que el Ermitaño espera descubrir eliminando las distracciones.

En las lecturas, El Ermitaño suele sugerir la necesidad de tiempo - un período de reflexión en el cuál las distracciones sean limitadas. En tiempos de acción y alta energía él representa el centro de calma que debe ser creado para el balance. El puede también indicar que en algún momento es necesario o aconsejable retirarse. Además, el Ermitaño puede representar búsquedas de todo tipo, especialmente para un entendimiento más profundo de la verdad de una situación.
"Busca", y "encontrarás", se nos ha dicho, y entonces el ermitaño será nuestra guía. Podemos recibir ayuda de maestros sabios, y a cambio, ayudar a otros a medida que nosotros progresamos.

Según Alejandro Jodorowski, si el Ermitaño hablara diría: “He llegado al final del camino, allí donde lo impensable se presenta como un abismo. Ante esta nada, no puedo avanzar. Sólo puedo andar hacia atrás, contemplando lo ya recorrido. A cada retroceso formo ante mí una realidad.
Entre la vida y la muerte, en una crisis continua, mantengo encendida mi linterna, mi consciencia. Me sirve, por supuesto para guiar los pasos de quienes me siguen por la vía que he abierto. Pero brilla también para señalarme a mí mismo: he llevado a cabo toda la labor espiritual que debía hacer. Ahora, ¡oh, misterio infinito, ven en mi busca!
Poco a poco he ido deshaciéndome de las ataduras. Ya no pertenezco a mis pensamientos. Mis palabras no me definen. He vencido mis pasiones: desprendido del deseo, vivo en mi corazón como en un árbol hueco. Mi cuerpo es un vehículo que veo envejecer, pasar, desvanecerse como un río de curso irresistible. Ya no sé quién soy, vivo en la ignorancia total de mí mismo. Para llegar a la luz, me adentro en la oscuridad. Para llegar al éxtasis, cultivo la indiferencia. Para llegar al amor a todo, me retiro en la soledad. Allí, en el último recoveco del universo, es donde abro mi alma como una flor de pura luz. Gratitud sin exigencia, la esencia de mi conocimiento es el conocimiento de la Esencia.
Por el camino de la voluntad, he llegado hasta la cima más alta. Soy llama, luego calor, luego luz fría. He aquí que brillo, que llamo y espero. He conocido mi soledad completa. Este ruego va directamente de mí a mi Dios interior: tengo la eternidad delante de mi espalda. Entre dos abismos, he esperado y seguiré esperando. Ya no puedo avanzar ni retroceder por mí mismo: necesito que vengas. Mi paciencia es infinita, como tu eternidad. Si no vienes, te esperaré aquí mismo, pues esperarte se ha convertido en mi única razón de vivir. ¡Ya no me muevo! Brillaré hasta consumirme. Soy el aceite de mi propia lámpara, este aceite es mi sangre, mi sangre es un grito que te llama. Soy la llama y la llamada.



Lynda Field, algunas de sus "60 Ideas para cambiar tu vida”

- Conecta desde el centro del corazón. Descubrirás que los demás te responden más cálidamente si te diriges a ellos desde tu centro.

- Los malos tiempos pasarán, todo cambiará; espera lo mejor… y ocurrirá. Expresa lo que quieres decir, la vida te resultará más fácil.

- Perdonar produce felicidad; acepta un cumplido: sonríe y da las gracias.

- Sal al mundo y conoce gente que pueda ayudarte. Déjate ver y conocer, no seas tímido. Se flexible y cambia tus planes si es necesario, pero mantente concentrado en tu objetivo.

- Los “superjóvenes” piensan por sí mismos y están abiertos a la originalidad. No se autocritican.

- Crea realidades maravillosas. Nosotros creamos nuestra propia realidad, y la calidad de vida que creamos depende de la imagen que tenemos de nosotros mismos.

- Las ideas autocríticas producen una baja autoestima. Crea realidades nuevas mejoradas y haciendo la imagen de ti msmo alegre y positiva.

- Vizualiza afirmaciones como: Soy fuerte y poderoso; soy inteligente e ingenioso; mi cuerpo es bonito; confío en mí mismo; todo lo que hago es un éxito.

- Haz una lista de todas las cosas que tienes que hacer y aprovecha el momento: ¡ahora!. Elige una, y hazla!

- Di la verdad durante un día.

- Simplemete sé tú mismo. La gente se da cuenta de cuando uno se está dando aires e intentando parecer lo que no es en realidad. La mejor impresión que puedes dar es la que produces cuando estás siendo tu yo natural.

- Toma una decisión: Pregúntate qué quieres que ocurra. Escribe respuestas mediante afirmaciones positivas de tus intenciones. Decide qué comportamientos necesitas cambiar para hacer realidad lo que has escrito y… !actúa!, sencillamente, !hazlo!, !no lo dudes!

- Deja de culparte a ti mismo y abandona el pasado, así crearás un futuro más brillante, más feliz.

- Cuando nuestro nivel de confianza está bajo, nos convertimos en nuestros peores enemigos, porque nos criticamos a nosotros mismos, por no hacer o no ser nada que merezca la pena. Rompe esa dinámica, perdónate a ti mismo. Di: me perdono; deja que la culpa se vaya, libérate para alcanzar tu verdadero potencial.

- Si quieres tener éxito, debes hacerte escuchar.

- ¿Alguna vez te has sentido mal entendido, ignorado, despreciado y explotado? Es popsible que estés permitiendo que te conviertan en una víctima. ¿Qué puedo hacer para cambiar esta situación? Puede que incluso necesites apartarte de esa situación. Tú puedes elegir no ser una víctima.

- Experimenta. No tienes nada que perder (excepto tus inhibiciones) y, posiblemente, mucho que ganar.

- Súbete a una burbuja.

- Sonríe, sonríe, sonríe y el mundo sonreirá contigo. Ríete 3 minutos.

- Reconoce cada uno de tus logros, permítete tener éxito.

- Permítete ser feliz. Agradece todo lo que tienes.

- Descubre tus valores esenciales e intégralos en tu vida si quieres tener éxito.

- Sopesa tus metas y el precio de las mismas. ¿Cómo se puede conseguir y amortizarlas con equilibrio? Deja salir las ideas espontáneamente y apúntalas, sé creativo y busca alternativas.

- Cuando estamos deprimidos, muchas veces nos descargamos con nuestros seres más próximos y queridos, ¡evítalo! Reconoce tu estado mental y decide salirte de la negatividad, identifica tus necesidades para expresarlas con calma.

- Piensa en tus amigos y valora su amistad.

- Busca la belleza en tu vida y tu vida se convertirá en una experienca bella.

- Potencia tu originalidad. Siempre que sientas la necesidad de “encajar”, fíjate en lo que consideras que son tus diferencias y saca el máximo partido de ellas; estas son las que te hacen ser original, único y especial.

- Aprende a resolver conflictos: negocia, no critiques, mantente positivo, escucha.

- Aprovecha toda oportunidad para hacer ejercicio.

- Desahógate y deja salir las emociones negativas, !salta y patea el suelo!

- Confía en tu sabiduría interior, somos cristuras sorprendentes, con capacidades y profundidades a las que nunca solemos recurrir.

- Sé apasionado, muestra tus sentimientos, confía en tu instinto, sé entusiasta, descubre las pasiones. El amor a la vida crea una vida llena de amor.

- Relájate con las ondas alfa, enlentece tu respiración y concéntrate en ella, tus pensamientos disminuirán y te sentirás reactivado.

- Amplia tu ámbito de disfrute; haz una lista de todo lo que has dejado de hacer en la vida, elige algo y ¡hazlo!, sal de esa rutina.

- Busca el placer, descubre qué te proporciona disfrute y alegría y provoca tales experiencias.

Medicine Woman -Medwyn Goodall

martes, 26 de julio de 2011

Breve reseña de algunas Constelaciones del Zodíaco y sus componentes mitológicos.



Osa mayor y Osa Menor
Zeus fue escondido recién nacido en Creta, para salvarlo de la ira de su padre asesino Cronos. Allí fue criado por dos ninfas, Andrastea e Ida. Agradecido, Zeus colocó a esas ninfas en el cielo como Andrastea-Osa Mayor, e Ida-Osa menor.


Dragón
El dragón Ladón guardaba las manzanas de oro de Hera, esposa de Zeus, que crecían en el Jardín de las Hespérides. En el 12 trabajo, Hércules debía robar algunas manzanas, y para ello mató a Ladón con una flecha envenenada. Entonces, Hera puso al dragón Ladón en el cielo.

Cefeo
Sus estrellas más destacadas forman una torre inclinada que los griegos relacionaban con el mito del rey Cefeo de Etiopía, esposo de Casiopea y padre de Andrómeda.


Casiopea
Esposa de Cefeo y madre de Andrómeda, encolerizó a las Nereidas, hijas de Poseidón, al alardear que ella era la más bella. Como castigo, Poseidón envió un monstruo marino a arrasar su reino, al que dio muerte Perseo. Simboliza la eterna vanidad, y fue condenada a rodear el Polo Celeste, sentada en una silla peinándose eternamente.


Auriga (El Cochero)
Representa su auriga o conductor del carro entre Géminis y Perseo, teniendo al norte Orión. Aquí se encuentra otras de las supergigantes del cielo estrellado, Epsilon del Cochero, 2000 veces mayor que nuestro sol.


Canes Venatici
Incluida por Hevelius en el s.XVII, representa dos perros que el boyero Bootes sujeta con una correa.


Bootes (El Boyero)
Su estrella principal, Arturo, representa el cuidador de la Osa mayor, y se identifica con Arcas, hijo de Zeus y la ninfa Calisto.


Hércules
Su imagen en el cielo es similar al héroe vistiendo la piel de león, con una porra en una mano y en la otra la cabeza cortada del Can Cerbero, arrodillado y con un pie sobre la cabeza del dragón.


Lira
Orfeo descendió a los infiernos para recuperar a su esposa Eurídice, muerta por la mordedura de una serpiente. Hades accedió a liberarla, con la condición de que Orfeo no mirara hacia atrás. Pero lo hizo, y Eurídice desapareció. Desde entonces Orfeo vaga por el mundo desconsolado tocando su Lira. Su estrella principal es Vega, la segunda más brillante del zodíaco.


Cisne (Cignus - Cruz del norte)
Representa esta constelación un cisne volando: su cola es Deneb, unas estrella supergigante que está a 1.500 años luz. Representa el cisne que Zeus adoptó como forma en una de sus aventuras amorosas. Pretendía a la ninfa Némesis (ó Leda, reina de Esparta). Tras su unión nacieron Cástor, Pólux y Helena, la futura reina de Troya.


Andrómeda
Fue encadenada a una roca a la orilla del mar, ofrecida en sacrificio a un monstruo marino, como castigo de la arrogancia de su madre Casiopea. Perseo, que volvía dspués de matar a la medusa, voló con sus sandalias aladas, mató al monstruo y liberó a Andrómeda, para después casarse con ella.


Triángulo
Conocida como una representación del Delta del Nilo o la isla de Sicilia. Se sitúa en el cielo entre Andrómeda y Aries.


Perseo
Hijo de Zeus y Danae, fue enviado a matar a la gorgona Medusa, que convertía en piedra a todo aquel que la mirara a los ojos. Equipado con un escudo de bronce, regalo de Atenea, una espada de diamantes de Hefesto y las sandalias aladas de Hermes, logró matarla y decapitarla al verse ella misma reflejada en el escudo.


Aries
Simboliza el carnero del Vellocino de Oro, que colgaba de un árbol en la Cólquida. Jasón y los Argonautas lo buscaron para ofrecerlo a Grecia. Medea, hija de Eetes, dueño del Vellocino, lo ayudó a conseguirlo durmiendo al dragón que lo custodiaba; después se enamoró de él.


Tauro
Dentro de esta constelación se sitúan las Pléyades, conocidas en todas las civilizaciones antiguas. Según la mitología griega, eran hijas del titán Atlas y de la ninfa Pléyone. Fueron ninfas en el colegio de Artemisa y compartían su afición por la caza, y como ella intentaron mantener su virginidad. De las siete hermanas, la menos brillante es Mérope, la única que se casó con un mortal. Su estrella principal, Aldebarán, es la de mayor tamaño que podemos ver. Su diámetro incluiría hasta la órbita de Júpiter.


Géminis
Sus dos estrellas principales, Cástor y Pólux, son hijos de la reina Leda de esparta y hermanos de Helena de Troya. Los hermanos fueron inseparables en todas sus aventuras, y cuando Idas, un ganadero, mató a Cástor por una disputa sobre sus bueyes, Pólux quedó desconsolado. En respuesta a sus plegarias en las que pedía la muerte para sí mismo o la inmortalidad para su hermano, Zeus reunió a ambos, permitiéndoles estar siempre juntos, la mitad del tiempo en el submundo y la otra mitad con los dioses en el monte Olimpo.


Cáncer
Representa al cangrejo que atacó a Hércules mientras luchaba contra la Hydra, pero éste lo aplastó. La constelación del Cangrejo se ubicó al lado de la constelación del León, quién también supo ser una víctima durante uno de los doce trabajos de Hércules.


Coma Berenice
Se asimila a los cabellos sueltos de la reina Berenice de Egipto, quien en agradecimiento a los dioses, se cortó su cabellera cuando su esposo Ptolomeo III regresó de la guerra. Se sitúa en la cola de Leo.

Leo
Es el mítico León que vivía en una cueva cerca de Nemea, a cuyos habitantes devoraba. En el primero de sus trabajos, Hércules luchó con él y lo estranguló, ya que era inmune a las flechas. Tras ello, le arrancó la piel y se la puso como trofeo.

Virgo
Es Diké, la diosa griega dela Justicia, que abandonó la tierra y voló al cielo cuando vio que se deterioraba la moral humana. También se identifica con la diosa Deméter, diosa de las cosechas, de ahí el nombre de su estrella más brillante: la Espiga.


Corona Boreal
Ariadna, hija del rey Minos de Creta, ayudó a Teseo a matar al Minotauro entregándole su hilo, para que no se perdiera en el laberinto. Pero después de salir triunfante, Teseo la abandonó. Dioniso vio a la princesa y se enamoró de ella. En su boda, Ariadna llevaba una diadema de piedras preciosas, que Dioniso lanzó al cielo, convirtiéndose en la Corona Boreal.


Serpiente y Ofiuco
La serpiente aparece enrosacada sobre Ofiuco, que no es otro que Asclepio, el gran médico capaz de resucitar a los muertos. Lo colocó allí Zeus por deseo de Hades, que tenía miedo de perder su dominio sobre la muerte.


Águila
Por un lado, es el ave que llevaba los rayos de Zeus. Por otro, es también Zeus que se transformó en águila para conducir al pastor Ganímedes al Monte Olimpo, y se encaprichó de él. Su estrella más brillante es Altair, una enana blanca a sólo 16 años luz.


Pegaso
Es el caballo alado que nació de la sangre de la Medusa, cuando fue decapitada por Perseo, y voló al monte Helión, donde con una coz hizo brotar el manantial Hipocrena. Belorofonte lo domó con ayuda de una brida de Atenea y con su ayuda pudo matar a la Quimera, que vomitaba fuego. Después quiso alcanzar el Olimpo, pero cayó del caballo, salvándose éste.


Acuario
Simboliza a Ganímedes, pastor del que se enamoró Zeus y lo envió transformado en águila al Olimpo, donde se convirtió en escanciador de los dioses.


Piscis
Son los dos peces que transportaron a Eros y Afrodita, salvándolos. Estos después, se transformaron en peces para escapar del terrible monstruo Tifón.


Cetus (la Ballena)
A ella se ofreció la princesa Andrómeda para ser devorada, pero la descubrió Perseo e hirió a la ballena, dejando el cadáver en la playa convertido en coral.

Orión
Era un joven alto y apuesto hijo de Poseidón. Cuando cazaba le picó un escorpión y lo mató. Pero cada noche, cuando Escorpión sale, aquel huye por Occidente. Para avisarlo, le siguen dos perros, que son las constelaciones del Can Mayor y Menor, cuya estrella Sirio es la más brillante del cielo. Sus potentes estrellas son Rigel, una enana azul supergigante y Betelgeux, una supergigante 400 veces mayor que nuestro sol y Procyon, una enana blanca.


Sagitario
Puede referirse al centauro Quirón, aquel que ofreció a la raza humana todas las artes manuales y la sabiduría. Nació de los amores entre Cronos y la ninfa Filira, y tenía la extraña forma de mitad hombre, mitad caballo, porque su padre tuvo que convertirse en caballo para engendrarlo. Según la leyenda, su madre al ver que había engendrado un monstruo rogó a los dioses que la transformaran, siendo convertida en tilo.


Capricornio
Amaltea era la nodriza de Zeus. Se le representa como una cabra que amamantó al dios infante en una cueva de Creta. Esta cabra tenía roto uno de sus cuernos, que Amaltea llenó con flores y frutas antes de llevárselo a Zeus, quien lo subió entre las estrellas junto con la cabra, convirtiéndose ésta en el primer unicornio. De acuerdo con otra historia, fue el mismo Zeus quien rompió el cuerno y se lo dio a Amaltea, prometiéndole que le proporcionaría en abundancia todo lo que deseara. Amaltea se lo cambió a Aqueloo (su supuesto hermano) por su propio cuerno, que se había roto en la disputa con Heracles por la posesión de Deyanira.


Escorpión
El origen de la constelación se encuentra en la leyenda de Orión. Según una de sus versiones, Orión el cazador se sacó los ojos en un arrebato de celos, y mientras vagaba ciego por el mundo pisó un escorpión que le picó con su aguijón, provocando su muerte. Los dioses elevaron a Orión y al escorpión a los cielos colocándolos en extremos opuestos de la bóveda celeste, de forma que cuando Escorpio sale por el horizonte, Orión se oculta huyendo del animal que causó su muerte. Su estrella más brillante es Antares, una supergigante 300 veces mayos que nuestro sol.

viernes, 15 de julio de 2011

Gandalf - Echoes From Ancient Dreams

Sobre "El Libro Egipcio de los Muertos"

También conocido como “El Libro del Gran Despertar” y que, para entendernos, podríamos traducir como “Manual para lograr el bienestar en la vida futura”, fue encontrado en una tumba de la XVIII dinastía, cerca de Luxor, y era una copia en papiro del mismo escrito en torno al 1500 a.c. por Ani, escriba real de Tebas, a base de jeroglíficos. Era copia de textos más antiguos que se pierden en la noche de los tiempos, y que fue el referente religioso más importante durante, al menos, tres mil años, y describe con todo detalle el ritual que debía celebrarse para los difuntos, en el que se facilitan instrucciones sobre cómo debía conducirse el espíritu desencarnado en el País de los Dioses, ó Amenti, nombre que los egipcios daban a la morada del hombre después de la muerte, y también se traduce como “manifestado en la luz”, “procedente del día”, “manifestándose de día”, en general la forma de fortalecer_o perfeccionar- el khu:
el "luminoso","el claro"," la gloria", es una de las partes inmortales del hombre, probablemente representa al espiritu o alma. Su simbolo es una llama de fuego.
Tambien llamado "akh",el espiritu activo,inmortal y no limitado al tiempo o espacio, es el elemento mas elevado que se puede aspirar.

El libro profundiza la creencia de los egipcios en la vida eterna, asociada con la existencia del Sol. Éste salía cada mañana con renovada fuerza y vigor, y la renovación de la juventud en una vida futura era la meta y el objetivo de todos los creyentes egipcios. En el papiro de Ani se representa al fallecido cuando ha llegado a un lugar remoto y lejano, donde no hay aire para respirar ni agua para beber, pero donde puede conversar con Tmu, ó Nefer, qe representa al dios sol que surge del loto. En respuesta a su pregunta: ¿Cuánto tiempo me queda para vivir?, el gran dios Annu responde. “tú existirás millones de millones de años”. En otro capítulo, Ani proclama la “duración infinita de la existencia pasada y futura del alma, así como su naturaleza divina”, pero en ningún lugar se nos dice que el cuerpo corruptible del hombre voverá a alzarse; la idea prevaleciente es que el cuerpo se queda en la tierra mientras el alma ó espíritu vive en el cielo. Sin embargo, no cabe duda de que los egipcios creían firmemente en que, además del alma, había algún otro elemento del hombre que volvería a la vida.

La conservación del cuerpo estaba conectada de algún modo con la vida en el mundo futuro, y era necesario preservarlo para asegurarse la vida eterna. La existencia eterna del alma se afirma con la repetida mención de la reunificación del cuerpo, al igual que Osiris. Pero el cuerpo no queda inoperante en la tumba, porque las oraciones y ceremonias del día del funeral le dotan del poder de transmutarse en “sahu” o cuerpo espiritual, que es capaz de asociarse con el alma y mantener conversación con ella. De esta forma puede ascender al cielo y morar con los dioses, con el “sahu” de los dioses y con las almas de los justos. En una edición posterior, se dice que el fallecido “mira a su cuerpo y descansa en su sahu”.

El corazón estaba muy conectado con los cuerpos natural y espiritual, o más bien con esa parte de ellos donde se asienta la fuerza de vida y que es la fuente de los pensamientos buenos y malos. Además, el hombre tenía una individualidad o personalidad abstracta con una existencia absolutamente independiente. Podía moverse libremente de un lugar a otro, separándose del cuerpo ó uniéndose a él a voluntad, y también disfrutando de la vida con los dioses en el cielo. Éste era el “ka”: doble, imagen, genio, carácter, disposición y atributos mentales. Las ofrendas funerarias de carne, pasteles, cerveza, vino, ungüentos, etc, eran para el ka, que los agradecía y consumía. Cuando éstas se terminaban, el ka se alimentaba de las ofrendas pintadas en las paredes de la tumba, que se transformaban en el alimento adecuado gracias a las oraciones de los vivos.

Por otro lado, daban el nombre de “ba” a esa parte del ser humano que, sin sombra de duda, se creía que podía disfrutar una existencia eterna en un estado de gloria; esta palabra significa algo así como “sublime”, “noble”, y hasta la fecha ha sido traducida como “alma”. El ba no es corpóreo, aunque habita en el ka, y es el principio de la vida del ser humano, todavía posee sustancia y forma; en cuanto a su forma se le retrata como un halcón con cabeza humana, y en naturaleza y sustancia se dice que es extremadamente etéreo y refinado: era eterno.
Para sintetizar, la totalidad del hombre consistía en un cuerpo natural, un cuerpo espiritual, un corazón, un doble, un alma, una sombra, una envoltura etérea intangible o espíritu, una forma y un nombre. Todos ellos estaban indisolublemente unidos, y el bienestar de cualquiera de ellos influía en el bienestar de todos los demás.

Para el bienestar de las partes espirituales era necesario preservar el cuerpo natural de la descomposición. Los textos guardan silencio en cuanto al tiempo en que la parte inmortal comienza su existencia beatificada, pero es probable que el “Osiris” de un hombre sólo llegara al pleno disfrute de la felicidad espiritual después de que las ceremonias funerarias hubieran sido debidamente realizadas, y se hubiera recitado el ritual. Cuando el “Osiris” de un hombre ha entrado en el cielo como alma viviente, se le considera uno de aquellos que “han comido el ojo de Horus, él camina entre los vivos y se convierte en Dios, el hijo de Dios, y todos los dioses del cielo se convierten en sus hermanos”. Esta identificación le sitúa en la posición de regente supremo, él es el hermano de la Luna, él es el hijo de la estrella Sothis (Sirio), él da vueltas en el cielo como Orión. Los dioses, masculinos y femeninos, le rinden homenaje, todos los seres del cielo le adoran. Su sitio está al lado de Dios, en el lugar más sagrado, y llega a serDios y un ángel de Dios; él mismo es triunfante. Para él, “la tierra es abominación, porque su alma ha hecho estallar para siempre los lazos del sueño en su casa que está sobre la tierra, sus calamidades han llegado a su final.

El capítulo (ó placa) XVIII dice :

“Mi alma ve al gran dios dentro de la barca de Ra en el día de las almas.
Mi alma está al frente, entre ésas que cuentan los años. Ven; el ojo de Horus, que establece las glorias sobre la frente de Ra y rayos de luz sobre los rostros de aquellos que están con los miembros de Osiris, ha salvado mi alma.
Oh, no encerréis mi alma, no encadenéis mi sombra; que puedan contemplar al gran dios dentro del templo el día del juicio de las almas, que yo repita las palabras de Osiris.
Que esos seres cuyas moradas están ocultas, que encadenan los miembros de Osiris, que encadenan las almas de los Khu, que encierran la sombra de los muertos y pueden hacerme mal…, que no me hagan mal, que alejen sus caminos de mí. Tu corazón está contigo; que mi alma y mi Khu estén preparadas contra su ataque.
Que me siente entre los grandes gobernantes que habitan en sus residencias; que mi alma no sea aprisionada por aquellos que encadenan los miembros de Osiris, y que encadenan las almas, y que encierran la sombra de los muertos.
El lugar que tú posees, ¿no es el cielo?”.

martes, 12 de julio de 2011

¡Oh, energía de Dios!, ¡oh Dios!, por favor, ocúpenme en Su servicio. (Swami Prabhupada)

Este texto lo he elaborado a partir del libro de Bhaktivendanta Swami Prabhupada "La Ciencia de la Autorrealización". Pido disculpas de antemano si por mi ignorancia en algún momento he podido desvirtuar el mensaje, debido al elevado nivel de estas enseñanzas. Me he permitido trascribir en muchos casos literalmente el texto original pero, en otros, quizá haya añadido algo de mi personal entendimiento. Por todo ello pido se me disculpe de mi atrevimiento, pero la lectura me ha llegado profundamente y he sentido el deber de comunicarla... !Hare Krisna!

Multitud de veces hemos visto a los seguidores de Krisna, ataviados con túnica azafrán, cantar y bailar con regocijo una estrofa que ha dado la vuelta al mundo: “Hare Krisna, Hare Krisna, Krisna, Hare Hare/Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare” que pocos han entendido su verdadera finalidad y significado. Tal como titulo este estudio, este cántico tenaz significa: ¡Oh, energía de Dios!, ¡oh Dios!, por favor, ocúpenme en Su servicio. Pero… ¿sabemos en qué consiste? Me temo que a muchos occidentales nos parecerá un nuevo tipo de fanatismo religioso, un adoctrinamiento excesivo, una dedicación con poco sentido. Nada más lejos de la realidad.

El maestro Prabhupada es uno de los más importantes propagadores de la Conciencia de Krisna. Fue encargado de su difusión en los años 60 del siglo pasado y destinado a los EE.UU, comenzando su misión en soledad, y ayudado por un pequeño tambor repetía sin cesar dicho canto. Rápidamente se le fue agregando una gran multitud de personas, ansiosos de una verdadera espiritualidad y de dar sentido a su existencia. Este movimiento de conciencia de Krisna no es un ciego fanatismo religioso, ni es una revuelta causada por algún reciente advenedizo, es más bien una manera autorizada y científica de entender cuáles son nuestras necesidades eternas en relación con la Absoluta Personalidad de Dios, el Disfrutador Supremo. El proceso de conciencia de Krisna simplemente trata de nuestra relación eterna con él y el desempeño de los deberes hacia Él. Así, el cultivo de la conciencia de Krisna nos permite lograr la perfección más elevada que se puede alcanzar en la actual forma humana de existencia.

Afirma Prabhupada que el deber del ser humano es entender su posición constitucional en relación con Dios, y actuar de acuerdo con ello. Si se hace esto, entonces nuestras vidas serán un éxito. Solemos sentirnos desafiantes y decimos: “No hay Dios”, o “Yo soy Dios”, o incluso “No me importa Dios”, pero ese espíritu desafiante no nos hará evolucionar. Debemos entender que Él es la raíz original de toda manifestación cósmica; en cierto sentido, no podemos escapar de Él. La base de esta conciencia es darnos cuenta que la vida no se nos ha dado sólo para trabajar arduamente como los animales, sino para lograr la perfección más alta. Si no queremos esa perfección, seremos forzados a estar sometidos sin ningún resultado por las leyes de la Naturaleza, y nos veremos obligado por las leyes de la naturaleza a transmigrar hacia las especies inferiores de vida.

Toda esta conciencia tiene como base los Vedas, el compendio de sabiduría más antiguo que se conoce y, especialmente, el Bhagavad Gitá, que se erige como respuesta completa al sentido de nuestra existencia. Tienen especial importancia los comentarios de Caintanya, Vyasadeva y otros espíritus avanzados que fueron capaces de clarificarnos la doctrina. Básicamente, el mensaje primordial es de que el cuerpo está anclado a la conciencia mundana por cinco fuertes cadenas: 1) El apego al cuerpo material por ignorancia de las cuestiones espirituales. 2) El apego a los parientes debido a las relaciones corporales. 3) El apego a la tierra y a las posesiones materiales. 4) El apego a la ciencia material, la cual siempre permanece como un misterio por falta de conocimiento espiritual. 5) El apego a formas religiosas y ritos sagrados, sin conocer a la Personalidad de Dios.

El paso preliminar para eliminar nuestra ignorancia y regresar a Dios es librarnos de la ilusión del concepto material de la existencia, dedicándonos constantemente a entender el conocimiento espiritual, apartándonos del goce de los sentidos. Lo primero que hay que entender es que uno es un alma espiritual y que debido a eso está mudando de cuerpo. Uno no se acaba cuando el cuerpo se acaba, se muda de cuerpo cada vez que se muere, pero “nosotros”, el alma espiritual que está dentro del cuerpo, sigue siendo el mismo. El alma espiritual es invisible para nuestra visión material, es de tamaño atómico. Después de la destrucción del cuerpo material continúa actuando el cuerpo sutil, hecho de mente, inteligencia y ego. Con la muerte material este cuerpo sutil lleva a la diminuta alma espiritual a otro cuerpo denso. Tan pronto como la fuerza viviente, el alma, abandona el cuerpo, ni siquiera el cuerpo más hermoso tiene valor y deja de existir. El alojo de este alma espiritual es el que posibilita la vida, en cuanto abandona el cuerpo, este muere, es inservible. Mientras el hombre posee todo el vigor de su vida, olvida la verdad desnuda de la muerte, con la que habrá de encontrarse. Así, el tonto no hace ninguna clase preguntas pertinentes acerca de los verdaderos problemas de la vida, piensa que no morirá, aunque a cada momento vea evidencia de muerte ante sus ojos. Aquí radica la diferencia entre la condición humana y la animal. El hombre inteligente sabe que la muerte nace cuando el nace, que está muriendo a cada segundo, y que el toque final vendrá cuando termine el lapso de su vida. Por consiguiente, se prepara para la siguiente vida, o para liberarse de la enfermedad de los nacimientos y muertes repetidos. Sin embargo, el tonto no sabe que recibe esta forma humana de vida después de una serie de nacimientos y muertes, que las leyes de la naturaleza le impusieron en el pasado. Él no sabe que la entidad viviente es un ser eterno, que no nace ni muere.

El nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades son cuestiones externas que se le imponen a la entidad viviente, y ocurren debido a su contacto con la naturaleza material y al olvido de su naturaleza eterna y divina. La ignorancia de la muerte y de la vida es lo que diferencia al animal del hombre. El hombre, indaga sobre sí mismo y sobre lo que es. Desde la infancia, uno pregunta y pregunta muchísimas cosas de su vida, pero nunca pregunta sobre la verdadera esencia de la vida. Esto es animalismo. No hay diferencia alguna entre el hombre y el animal en lo relacionado a los cuatro principios de la vida material, ya que todos los seres vivientes existen mediante el comer, dormir, aparearse y defenderse. Por ello, la vida humana tiene por objeto investigar la vida eterna. Los que parezcan avanzar en cuanto a la ciencia material y esos cuatro principios, no son diferentes a los animales, no pueden sustraerse a las garras de la muerte con arreglo a la ley de la naturaleza, que funciona bajo tres modalidades: la bondad, la pasión y la ignorancia. Los que viven en condiciones de bondad son promovidos a la condición de vida superior y espiritual; los que viven en condiciones de pasión quedan situados en el mismo lugar donde están ahora en el mundo material, pero los que viven en condiciones de ignorancia se degradarán a las especies inferiores con toda seguridad.

El espíritu y la materia son cosas diametralmente opuestas. Todos nosotros somos entidades espirituales. No podemos tener felicidad perfecta por mucho que nos entrometamos en las cosas mundanas. Solo puede ser nuestra cuando seamos reinstituidos en nuestro estado natural de existencia espiritual, cuando el alma espiritual, como chispa eterna del fuego eterno de Dios, se reintegre a su origen, de vuelta a Dios. En el libro Srimad Bhagavatam se afirma: “ Todo aquel que cree ser este saco corporal, que se siente atraído por tener una relación íntima, que considera su tierra digna de admiración, que se baña en las aguas de los lugares sagrados pero que nunca sacan provecho de aquellas personas que verdaderamente poseen conocimiento, no es más que un asno o una vaca”.

Identificamos la jaula de nuestro cuerpo material con nosotros mismos, haciendo caso omiso del alma que se encuentra cautiva dentro. La jaula es la ruina del pájaro; el pájaro no está destinado a velar por el bien de la jaula, pero lo más que hacemos es tratar de darle algo de comer a la mente mediante el arte y la literatura. Pero no sabemos que esta mente es también material en una forma más sutil. Escasamente hemos tratado de darle algo de comer al alma, que es distinta del cuerpo y la mente. El mensaje de los textos védicos y los sabios que nos han precedido es que detengamos dichas actividades erróneas. En consecuencia, postrémonos a los pies de loto de Krisna, por la misericordia y bondad pura que nos ha otorgado, no malgastemos nuestra vida en la vana búsqueda de disfrute material, sino que vivamos de acuerdo con el proceso de conciencia de Krisna. El perjuicio más grande que se le pueda ocasionar a la humanidad es mantenerla en la oscuridad, en lo referente a esa conciencia. La liberación consiste en el disfrute de las condiciones plenas de la inmortalidad. Esta inmortalidad se disfruta en el reino eterno de Dios, y es el resultado que se obtiene por la adoración del Ser Supremo, la causa de todas las causas. Así pues, verdadero conocimiento significa adorar a la Suprema Personalidad de Dios (Krisna). El cultivo de este conocimiento culmina después de muchísimos nacimientos y muertes, cuano uno verdaderamente se vuelve sabio. Al volverse sabio, se entrega a Krisna, reonociéndolo finalmente como la causa de todas las causas y de todo lo que existe. Para los seres humanos hay un plan. No podemos aceptar la teoría de que no existe ningún plan para la vida humana, o de que todo nace de la casualidad y la necesidad material.

El movimiento de conciencia de Krisna no tiene nada que ver con ningún sistema de religión, es una cultura espiritual que puede resolver todos los problemas de la vida. Lo principal es seguir los mandatos de las Escrituras védicas que recomiendan, para esta era de oscuridad y degradación que es el Kali-Yuga, cantar el nombre de Dios. La manera más fácil es cantar el maha-mantra: “Hare Krisna, Hare Krisna, Krisna, Hare Hare/Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare” Rama y Krisna son nombres de Dios y Hare es la energía de Dios, así que cuando lo cantamos nos dirigimos a Dios, así como a Su energía. En la actualidad nos encontramos en las garras de la energía material. Por lo tanto, le oramos a Krisna pidiéndole que tenga la bondad de liberarnos de servir a la energía material y acepte que sirvamos a la energía espiritual. Sin embargo, Krisna no rehúsa a aquellos que opten por adorar la energía material, otorgándoles un nuevo cuerpo y una nueva posibilidad de escalar hacia la energía. Pero aquellos que se aplican a la conciencia de Krisna tienen la posibilidad en esta existencia de disfrutar de la felicidad del acercamiento a lo divino y regresar al ámbito de la energía espiritual, liberándose de los eternos nacimientos y, por ende, de los continuos sufrimientos de la existencia material. Si queremos el cuerpo de un tigre, con fueza de tigre y garras y colmillos para capturar animales y chupar sangre fresca, Krisna nos dará la oportunidad de hacerlo. Y si queremos el cuerpo de un santo, un devoto dedicado únicamente al servicio del Señor, entonces Él nos dará ese cuerpo. Si alguno no logra completar el proceso, recibe otra oportunidad, recibe todas las facilidades que se requieren para entender la importancia de la autorrealización. Krisna dice en el Bhagavad-Gitá: “ Mi querido Arjuna, si uno entiende Mi aparición, desaparición y actividaedes, simplemente por esa comprensión recibe la oportunidad de nacer en el mundo espiritual después de abandonar este cuerpo”. Uno tiene que abandonar este cuerpo, tiene que hacerlo. Pero la persona que ha entendido a Krisna no tendrá que recibir otro cuerpo material, va directamente al mundo espiritual. Esta es la solución final a todos nuestros problemas.

Aquellos que son devotos conscientes de Krisna, y se han refugiado en Él, su comienzo es oír y cantar. No tenemos que amar a ninguna otra cosa. Sencillamente, tratemos de amar a Dios, no tratemos de amar sólo plantas ó animales, eso nunca satisfará. Aprendamos a amar a Dios, ésa es nuestra misión, ése es nuestro deber en esta Era de Hierro. Ahora estamos pensando que el supuesto avance material es la solución a nuestros problemas, pero no es cierto. La verdadera solución es volverse consciente de Krisna, y salir enteramente de la condición material. Debido a que Dios es eterno, nosotros también somos eternos, pero cuando nos encontramos en la condición material, pensamos: “Yo soy este cuerpo”. Eso se debe a la ignorancia. En realidad, no somos nuestros cuerpos, sino chispas espirituales, partes o porciones de Dios. Podemos llegar a ese plano espiritual y, en esta era, debido a que la gente es tan caída, las Escrituras recomiendan que vayamos directamente al plano espiritual mediante el canto sagrado. Pero, aunque muy poderoso en sí mismo, es necesario complementarlo con cuatro reglas básicas de purificación material: 1) No mantener relaciones sexuales ilícitas. 2) No comer carne, pescado ni huevos. 3) No participar en juegos de azar. 4) No consumir drogas, ni alcohol, ni tabaco, ni siquiera café ni té. Maravillosa receta que, sin embargo, muy poco estamos en condiciones de querer asumir. Esa es la clave de la conciencia de Krisna, es la oportunidad que tenemos. Dejemos de actuar como tontos e ignorantes y aceptemos la realidad del Amor a Dios, no hay otra alternativa.

Pero tengamos en cuenta que los seres humanos no somos las únicas entidades vivientes que tienen alma espiritual_las bestias, las aves, los reptiles, los insectos, los árboles, las plantas, los seres acuáticos, etc. El alma espiritual simplemente está cubierta por diferentes atuendos, pero no estamos interesados en el atuendo, debemos interesarnos en nuestra alma espiritual. No hay ninguna diferencia en base al color, inteligencia o especie, toda entidad viviente es una partícula de alma espiritual. Sin embargo, sólo a la especie humana se le ha dado la posibilidad de conocer a Dios, esa es la única diferencia. Por tanto, no actuemos como animales; podemos saber que la presencia del alma establece la diferencia entre un cuerpo vivo y uno muerto. Tan pronto como el alma se va del cuerpo, éste muere, no tiene valor, teniendo que ser deshechado. Sólo el alma es lo que tiene valor. Debido a que el alma es parte o porción de Dios, tiene cualidades divinas, aunque en diminuta cantidad. El alma está transmigrando desde los seres inferiores a los más evolucionados, llegando por fin a la especie humana, única en comprensión de Dios. Aquí puede haber un bucle: podemos de nuevo deslizarnos hacia abajo y entrar en el proceso cíclico de la evolución, o podemos elevarnos a una vida divina. La elección está en nuestras manos.

lunes, 4 de julio de 2011

El Juego de la Oca

De oca a oca… ¡y tiro porque me toca! ¡Cuántas veces habremos pronunciado esta frase con alegría y regocijo! Acaso sin ser conscientes de ello, nos sentíamos transportados de una a otra eludiendo las dificultades del camino, avanzando más rápidamente, protegidos como por una madre cariñosa de las inclemencias de la vida. Nos llenaba de ilusión llegar los primeros al seno de la Gran Madre Oca del final, la casilla 64, en la que muchas veces no aparece tal cifra, ya que pertenece a otro mundo, el sol naciente en el momento de romper la cáscara del huevo primordial, la misma que convirtieron en jeroglífico los egipcios alusivo a la muerte del faraón y que remontaba el vuelo desde el pecho de las momias: la Oca, símbolo del regreso del alma al mundo primordial de los espíritus.

Pero vayamos por partes y despacio, porque este juego similar al laberinto de la vida no consiste en llegar primero, sino llegar transformado al fin de nuestro camino habiendo superado todas las trabas y peligros, los encuentros, los retrocesos, en fin, después de un aprendizaje completo.

Una de las varias versiones de este juego existentes atribuye sus orígenes a los templarios, los cuales posiblemente lo tomaron de otro juego similar aún más antiguo. Parece ser que era usado para adiestrar, de una forma lúdica, a los peregrinos que se disponían a realizar el Camino de Santiago, y que, por tanto, el tablero representa dicho camino y las reglas del juego informan y avisan de las posibles contrariedades para las que el peregrino debe de estar preparado, y que posiblemente dan al juego ese carácter iniciático que parece tener.
Los celtas consideraban a la Oca o al Cisne animales sagrados portadores del conocimiento divino, los mensajeros del otro mundo. Las conexiones marítimas entre Galicia, el litoral cantábrico, Irlanda, Reino Unido, Bretaña eran un hecho, lugares en los que los druidas ejercían de maestros espirituales e iniciáticos. Si la cuna de los druidas era Galicia, es de suponer la existencia de peregrinaciones en tiempos precristianos, que les permitiera iniciarse y marcara los caminos de las estrellas, o caminos de las ocas, como los símbolos de la pata de oca. Posiblemente, el acoso posterior de los romanos y la necesidad de un símbolo análogo generase la sustitución del símbolo de la pata de oca por otros como la concha o vieira, convirtiéndose más tarde en símbolo cristinano de peregrinación, convirtiéndose el Camino de la Oca en el Camino de Santiago.

La Oca representa también la capacidad operativa del espíritu sobre la materia, la que anuncia la llegada de un maestro. Los compañeros constructores, que tras llegar a Santiago van a morir al cementerio de Santa Mª de Noya o vuelven para continuar su misión, son también los Templarios constructores, son los llamados “jars” u ocas, y la pata de oca o la horquilla de tres brazos era otro de sus símbolos. La espiral aparece en el acceso al claustro de San Juan de la Peña en Huesca, en el laberinto medieval de San Pedro de Siresa también en Huesca, en el laberinto de piedra de Mogor en Marín, Pontevedra, en la concha de caracol que monta un gnomo de la Catedral de León. Algunos de ellos presentan una separación en dos mitades, de forma análoga a los hemisferios cerebrales, formando junto con el símbolo del término final una cruz provista de asa, similar o copiada del Ank egipcio, símbolo de la vida o llave que abre la puerta de la vida eterna. Las 13 ocas son las 13 etapas del camino, ellas nos conducen directamente unas a otra, esquivando las dificultades que representa el camino, tanto en la vida real como en una auténtica iniciación a los misterios del ultramundo, como serían los castillos o encomiendas templarias, donde encontraríamos el descanso, la paz y la seguridad, así como la posibilidad de purificarnos en su quietud y replantearnos continuamente el sentido de la vida, también entendida como una auténtica peregrinación al conocimiento de nosotros mismos.

Es posible que el camino, en su versión más antigua, se iniciara en la localidad de Jaca, lugar de reunión de los Jacques, los artesanos de la construcción, los templarios ó “Pontífices”, artífices de la edificación de los templos góticos. La peregrinación se transformaba en una marcha hacia la Estrella, y la ruta a recorrer era la de la Vía Láctea, al final de la cual se encuentra la constelación del Can Mayor. Por lo que se refiere a la leyenda básica, todos los elementos han sido sopesados y calculados con cuidado para que se hallen en concordancia con otro hechos antiguos, siempre sin perder de vista el camino a la estrellas… y la Loba (Louve), reina mítica de estas tierras, posiblemente emparentada con el dios Lug céltico, de ahí Lugo, Lucerna, la luz de lo divino en definitiva. Muchas culturas antiguas consideran la Oca como la madre primigenia, para los nórdicos era representada por el Cisne, y tanto para los egipcios como para los cátaros su símbolo era el pelícano…!

En el camino de Lug encontramos la Oca por todas partes, tanto en la toponomia preindoeuropea, como Oie, Auch, Ouche, en el grito del vasco para llamar a las ocas: ¡Auk, auk!, como la forma indoeuropea, derivada del sánscrito Hamsa, que dio lugar a Ganso, Ansa y Anso, Goose en inglés. En galo encontramos el término Gwas, además de Gars, que daría lugar a Garçon, primitivamente maestros de la piedra. Por lo demás, también lo vemos reflejado en el país de Oc en el sur de Francia, lugar de residencia de la Reina Pedauque (Pie de Oca). En la región de Jaca encontramos Ansó, en el valle de Ansó, no lejos del lugar estrellado de Lizarra (estrella en vascuence), así como también reflejado en el Río Oja, que primitivamente sería Río Oca (de ahí la Rioja), asimismo encontramos otro Río Oca en los Montes de Oca, donde se encuentra el pico de la Piedraja (Piedra del Jars), no muy lejos de un Ocón.. También en los montes de León nos encontramos con El Ganso, el jars ligur, como también el pueblo de Argozón, donde se halla una asombrosa necrópolis céltica. Más allá de Lalín encontramos EL Paso de la Oca; cerca de Compostela se halla otra Oca, en el río Tambre, que desemboca precisamente en la ría de Noya, revelador nombre del lugar al cual, en tiempos remotos arribaría un tal Noé en su Arca, después del gran diluvio, que difundiría la civilización y la cultura. La peregrinación, vista de este modo, no sería más que la búsqueda del reencuentro con nuestros orígenes, en sentido opuesto a la irrupción primitiva.

Este es el retorno a nuestro origen, o más bien al lugar donde la historia pudo comenzar impulsada por unos civilizadores de origen atlántico, o Atlantes, tras la destrucción y posterior hundimiento de su continente, el Edén bíblico, donde la raza humana fue creada, libre de pecado, de enfermedades en una existencia longeva, cuando aún el ser humano disponía de todas sus potencialidades en estado puro. Un pueblo de marinos, capaces de realizar travesías oceánicas. Como a propósito parece decir Gérard de Sède: “pueblo ánade era el sobrenombre dado por los antiguos a los tartesios, y también a los fenicios, que adoptaron como emblema una pata de palmípeda, símbolo del remo, cerca de Tartessos existía un río llamado con el nombre latino de “pato”: Anas.

A la concha, con estrías similares a la pata de oca, se añadió la estrella; ya no son luces las que indican el lugar, sino una estrella que se había mantenido encima de la tumba, que antes que Santiago pudo pertenercer a Prisciliano y, mucho antes, al legendario Noé. Así se convirtió en “Campus Stellae”, o también “Compositum” (cementerio), fenomenales paralelismos de sustitución de los símbolos primigenios. En el camino y sus dos rutas principales, magistralmente enclavadas entre los paralelos 42º 30’ y 42º 50’, nos encontramos en la parte francesa el Pic D’Estelle, el Puig de L’Estelle, Les Eteilles, el Puig de Tres Estelles… Ya en Navarra nos topamos con Estella (Lizarra=Estrella en vascuence), Astray, cerca de Lizenac, Estillón, otra Lizarra, Liciella, Aster ya cerca de Padrón. La toponimia de estos lugares ha resistido todo intento de transformación por las lenguas posteriores, que hicieron bien en adaptar y transformar su significado sin perder un ápice de su sentido original.

De puente a puente…!y tiro porque me lleva la corriente! Magistral cántico que refleja tanto la necesidad de encontrar un paso apropiado para no desviarnos de la ruta prevista, acortando así el camino, como la sutileza de dejarse llevar, confiado en el instinto, por las aguas de lo más puro dentro de nosotros mismos, a lomos quizá de la Madre Oca que nos protege en todo momento.

En cuanto al Juego de la Oca que nos ha llegado, hay que decir que encontramos múltiples variantes de la misma, aunque todas mantienen el mismo esquema laberíntico en espiral.
Por ejemplo, la casilla 1 suele ser un personaje parecido al loco del tarot y en otros casos un mago guiando ocas. El peregrino, representa la libertad total, el incosciente, el espíritu humano por encima de los valores terrenales, rebelde e inconsciente, que emprende un camino con pruebas diversas que le obligan a madurar.

El Laberinto, casilla 42, significa el extraviado que debe retroceder cuando está a punto de alcanzar a la madre Oca. Se ha representado como la Torre de babel, la confusión de los caminos físicos, idiomas e ideas. El propio juego es un laberinto, que también es análogo al símbolo de la espiral de todas las culturas como imagen arquetípica del universo en formación y continuo movimiento, y por añadidura de nuestra propia galaxia.

En la 6 y 13 encontramos el puente, construido por los pontífices, que unen lo trascendente con lo cotidiano, lo humano con lo divino y nos posibilita dar un salto de calidad.
En la 19 la posada u hospital de caminantes, para curarnos de la enfermedad de lo ilusorio que hemos acumulado durante la vida.
Las casillas 26 y 53 son dados, las piedras cúbicas, angulares, síntesis de las medidas armónicas del universo, y también una prueba de un gran salto iniciático que puede producirse en los que están versados en el dominio de la piedra, o un paso atrás, si dicha evolución no ha sido llevada correctamente. También puede representar que estamos en manos del Destino, y solo enfrentándonos sin temor a él estaremos en condiciones de manejar nuestro camino.

En la 31 el pozo, la vena telúrica, las aguas milagrosas y medicinales que renuevan nuestro vigor y nos sanan y limpian de la mala alimentación y vicios adquiridos.

Encontramos en la 42 el laberinto, representando el trabajo de encontrar la vía correcta para hallar la luz. Aunque todo el tablero representa un laberinto, aquí se especifica que solo con un correcto desenvolvimento y aplicación de lo aprendido podremos hallar la salida de la espiral de la vida ilusoria.

En la 52 la cadena, que representa la cerrazón de la mente a las realidadses ultraterrenas. Debemos abrir el cerrojo a lo trascendente.

En la casilla 58, muy cerca de la meta está la muerte, la prueba de la auténtica transformación, el paso a un mundo superior cuando la atravesamos, saliendo de esa forma del ciclo de las reencarnaciones; hay por ello que superarla para no volver a comenzar y poder llegar al Nirvana, al Absoluto, al jardín de la Oca.

Por fin, en la 63 se encuentra la puerta de ese jardín al que pocos pueden entrar a la primera, hay que esperar que el dado impulsao por nuestra voluntad ( la Fortuna) marque el número clave para participar de la gran verdad que se encuentra en la 64, punto final del trayecto.

En fin, múltiples enseñanzas nos depara este sutil juego, que debió servir primero como guía imprescindible para la iniciación a los misterios de la vida, siguiendo siempre al Sol en su camino hacia el Oeste, la patria de nuestros antepasados, que en tiempos pretéritos desembarcaron y difundieron la civilización, cuyo camino jalonaron con eternas construcciones megalíticas, que resisten el paso inexorable del tiempo

En las trece ocas del camino podemos encontrar reflejos de las más antiguas tradiciones. Para los antiguos egipcios, la muerte era la decimotercera fase del ciclo de la vida, por lo que consideraban que este número representaba la nueva existencia, era el camino hacia la morada de los dioses, un viaje al más allá. Para Pitágoras significaba el número de la evolución y del crecimiento, sirviendo para el buscador de lo místico que, usado adecuadamente, puede abrir las puertas del conocimiento. En la magia simboliza el velo del maestro, que podrá ser levantado una vez que el iniciado haya alcanzado la iluminación perfecta, una vez que el cuerpo, la mente y le espíritu se hayan purificado.