jueves, 17 de noviembre de 2011

La inclinación del eje terrestre... ¿accidental o provocado? (Paul Poesson)


(Leyendo _e interpretando, si me es posible_ el libro de  Paul Poesson: "El Testamento de Noé".)




Sabemos que el eje de rotación terrestre está inclinado actualmente unos 26º respecto al eje norte-sur. La tradición nos habla de un momento idílico primario como el paraíso, en el que el eje polar habría sido perpendicular al plano de traslación, con lo que la zona comprendida entre los trópicos se beneficiaba permanentemente de las condiciones ideales para la existencia humana. En un momento dado, suponemos que la población empezó a ser demasiado importante y hubo que pensar en agrandar los territorios. El hecho de inclinar el eje tuvo consecuencias decisivas, como la extensión de los territorios iluminados, creación de las estaciones y comienzo de la agricultura y la ganadería.


Si en el simbolismo esotérico de la Humanidad existe una alusión común a la determinación de los puntos cardinales terrestres con relación al polo celeste, es porque en algún momento de nuestra historia debió de producirse un acontecimiento de gravedad excepcional, y los que lo vivieron o lo provocaron quisieron fijar un conjunto de conocimientos relacionados con él.

¿Se temió que, a pesar de su importancia, el acontecimiento se desvaneciera de la memoria de los hombres?

¿Quisieron indicar que este cambio fue provocado con el fin quizá de establecer un clima tipo sobre una mayor superficie del globo?

¿Se quiso poner en guardia a la humanidad contra una reproducción periódica del fenómeno?

¿Está íntimamente relacionado el ciclo de precesión de los equinoccios de 25.920 años con la periódica actividad solar?

¿Qué sentido tendría expresarlo con exactitud en el volumen de la pirámide de Keops, de 2,592.000 m3 de roca que tendría originalmente? Descubrimos en la gran Galería la misma inclinación de 26º, como si nos encontráramos con otro Oriente, cuando la posición del eje de rotación difería 26º de la que conocemos actualmente. La Tradición hermética egipcia, recogida por templarios y masones nos lo transmite en los 26º del compás del iniciado. Si vemos el grafismo templario de Utelle (Francia):





... la rueda solar inicial que parece rotar representa a la constelación de Leo, que apuntaba en el cielo entre los 10.800 y 8.640 a.C. Después una discontinuidad o ruptura representada por una barra vertical, como provocada por el grupo siguiente, con la serpiente de la era de Cáncer (8.640-6.480 a.C.) y la escuadra afectando a un estado perpendicular, resuelto en el compás final de ángulo 26º. Al igual que en el complejo masónico de Saint-Outrille, con su fenomenal torre o cimborrio helicoidal de unos 26º, da la impresión de que los constructores no se limitaron a señalar un estado de hechos cósmico natural, sino por el contrario, un fenómeno fuera del ciclo, desacostumbrado, accidental o más bien provocado por él mismo.





La expresión más gráfica y común de esta anomalía es el Templo, erigido para mayor gloria del arquitecto del Universo, siguiendo la geometría propia de la Tierra. El esquema regulador de esta construcción simbólica se llama la cuadratura del círculo. En el plano arquetipo, las dos columnas Boaz y Jakin, círculo y cuadrado representan la cuadratura. Esta columna maestra Jakin, que significa precisamente “conocimiento” en euskera, es la que nos enlaza con la tradición atlanto/celta, como por ejemplo lo advertimos en las alineaciones de Carnac, que presentan una desviación singular de unos 27º. Pero no olvidemos a los Jacques, herederos de la Tradición, los maestros constructores de catedrales.


Real y simbólicamente en la bóveda del templo brillan las estrellas del firmamento, mientras que el sol lanza sus rayos hacia Oriente, la Luna refleja esta luz en Occidente. Por los cimacios del templo discurre la borla dentada, anudada 12 veces, formando 12 lagos de amor. Esta representación del ciclo zodiacal de 25.920 años y de sus 12 eras de 2.160 años termina en Occidente cerca de cada columna con un penacho, para indicar que aunque el tiempo sigue el ritmo y la cadencia de la ley del ciclo, no por eso está descrito de antemano en sus menores detalles. Los hombres, tomando los hilos de estos penachos pueden trenzar su porvenir.
En la catedral románica la existencia se sitúa en la Mesa de Oro. Los eclesiásticos y dignatarios en el coro, cuya cruz sale de la cuadratura de la Mesa Cuadrada. Sobre la Mesa Redonda recibe al iniciado, al sacerdote y al altar.







Andadura esquemática de los grados de iniciación esotérica.

En el nivel de maestría que nos muestra la iniciación según la cuadratura el camino parece cortado, pero no es así, el joven maestro debe vencer la dificultad. La circunferencia, que representa la Tierra, en la cual evoluciona, le ha permitido diseñar su templo, utilizando la cuadratura de los Compañeros. Continuando su progresión hacia Oriente sus piernas y sus pies (su compás) ejecutan el trazado que cuadra exactamente con esta circunferencia Templo-Tierra. Hace surgir geométricamente los puntos E y F al describir simbólicamente el giro con el pie sobre el pecho de Hiram. Desde el punto F “visitando el interior de la Tierra” y apoyándose en el punto Y (adquirido en el grado de Compañero) o lado del pentágono regular inscrito, determina el punto G. Entonces, en el último paso por el iniciado, que corresponde realmente al lado del heptágono GE, la coherencia geométrica exige que el joven maestro lance su grito de horror, a los pies de Hiram, pero no de cara al Venerable del templo, en el Oriente, sino en el punto E, delante del Gran Experto al norte del Venerable, indicando con ello la posición desviada de la luz de oriente, es decir, del Este según nuestro plano ecuatorial inclinado. 




Si el objetivo de esta larga andadura de iniciación es indicar un desplazamiento del este, en una sociedad tradicional de iniciación formada por constructores, hay que entender que esta inclinación del plano ha sido forzada o construida. El grito de horror del joven maestro significa que la provocación de esta inclinación, así como toda modificación ulterior, produce tales cataclismos geofísicos y biológicos que llegan a poner en peligro la propia existencia de la Humanidad.
Cuando se ha determinado el justo medio, la aplicación de la ciencia que emana de él reviste un aspecto aterrador, al descubrir y conocer la relación existente entre la cuadratura y la manipulación del eje de rotación, el carácter de sus preocupaciones en adelante debió de ser totalmente distinto del espíritu de conquista de la tumba de Cristo.




La aventura del Maestro Noé (los masones también son llamados Noachin-o hijos de Noé) adquiere otra dimensión, y su legado fundamental se plasma así en la edificación de las catedrales y otros monumentos pétreos repartidos por el mundo, en los que la orientación hacia el este tiene una inclinación entre 23,5 y 26º, así como también aparece una segunda desviación similar, figura que reproducen por ejemplo el Crisma, la pata de Oca y los Maraes polinesios.






De sobra conocidos los Rapa-nui de la Isla de Pascua. Fijándonos en los grandes de 15 a 20 mts. de altura, seguramente anteriores a los pequeños, aparte del inmenso problema técnico desconocido de su construcción y emplazamiento final, están repartidos en un arco de 120º alrededor del cráter Rano Raraku y agrupados de dos en dos, ambos miran al sur, pero uno a 26º Sudeste y otro a 26º Sudoeste. Asi, la linea regular del horizonte intercepta cada mirada formando un angulo de 26º en la pared superior del orificio circular ocular de cada personaje.







¿Quienes eran en realidad estos “Orejas Largas”? Del mismo tipo encontramos los “Ojenas” del lago Titicaca, o los “Oannes” sumerios, siempre civilizadores y emanadores de la civilización. Si fueran los autores del mensaje de piedra, ¿qué relación directa tuvieron con el gran cataclismo que engendró la variación del eje? Sean quienes fueren, atlantes o supervivientes de Mu, según la tradición polinesia, esos lejanos antepasados eran blancos, con los cabellos rubios o rojizos, los ojos azules o claros, al igual que para muchas tribus africanas e indios de América del Norte, como Quetzatcoatl, Kukulkán o Viracocha en América Central y Sur, además aquí provistos de barba, claros signos de diferenciación racial.


En otras latitudes, y referido al ciclo celta de 2 veces 13.000 años (por redondeo de 25.920 años), encontramos una leyenda bretona heredera de esta tradición igualmente conocedora de este episodio. Reseñada con el nombre de Historia de María-Job Kerguenon, nos dice al final de ella en boca de un difunto que aparece con los rasgos de un anciano:

“Hace quince años que camino viajando solamente desde la puesta de sol al Canto del gallo andando hacia atrás las noches pares, la mitad mas la mitad del camino que había andado las noches impares”.
Sustituyendo la incógnita por ese ciclo de 13.000 años y la figura del difunto-anciano por la humanidad, nos da un resultado de 3.250 años caminando positivamente, pero que durante 9.750 años solo recula o permanece estancada. En nuestro actual ciclo de precesión los primeros 13.000 años que van desde el principio de la era de Capricornio hasta la mitad de la era de Virgo, el caos procedente de Acuario penalizó toda evolución. Durante los siguientes 3.250 años desde la mitad de Virgo al final de la era de Leo, la vida vuelve a tomar una forma evolutiva. Aqui encontramos ahora la barra vertical que nos separaba ambas eras en el grafismo templario que vimos anteriormente, es decir, sucede un acontecimiento de excepcional gravedad que sanciona imperativamente esta renovación embrionaria, un cambio brusco del eje de 26º, con la consiguiente pérdida del paraíso original, de la longevidad y de la ausencia de enfermedades… y la aparición del trabajo.


Esta era de Acuario que iniciamos en estos años es el comienzo de un nuevo ciclo, la tradición nos advierte con sus mensajes de piedra que depende del hombre de Acuario, de su sabiduría o locura, que la duración de las noches pares sea tan positiva como la de las impares. Sin duda, la fecha del fin del calendario maya para el 12/2012 no es pura coincidencia, también nos habla de esta necesidad de renovación, de evolución, frente al poder que la humanidad ha adquirido para destruirse a sí misma. Como el joven maestro templario, lanzamos un grito de horror al constatar como los Poderes Oscuros se adueñan del destino del ser humano y pueden tener capacidad para provocar un nuevo cataclismo/vuelco del eje con el fin de aligerar la superpoblación actual. No es casual en absoluto el deseo de cambio de conciencia generalizado que se propugna, como medio de hacer frente al peligro cíclico. El mensaje de avertencia grabado en la piedra sigue aún en pie esperando que la humanidad llegue al grado de evolución necesario para interiorizarlo y asumir su destino.

4 comentarios:

  1. Genial manulondra!
    Ahí va un enlace interesante, un saludo!

    http://www.youtube.com/watch?v=9FBD0OZaX5o&feature=related

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    1. La cuestión sigue planteada en saber si la inclinación del eje solo responde a un acontecimiento cíclico o de si alguien forzó los mecanismos para cear un nuevo orden. Llegamos de nuevo al fin de ese ciclo con el temor de que los poderes ocultos repitan el cataclismo para "limpiar" el planeta.
      Gracias por el enlace, que paso a buscar.

      Saludos!

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    2. Manulondra, es bastante interesante tus comentarios. La respuesta a tus interrogantes de la inclinación terrestre la encuentras en los comentarios sobre Las Rutas del Sol de Yarek Dak, visita su Facebook.

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    3. Mejor te contesto en tu blog, !gracias por seguirme!

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