jueves, 21 de junio de 2012

Ni un arma para atrocidades

!!!Firmemos todos el enlace final de Amnistía Internacional!!!




Cada año se fabrican en el mundo dos balas por cada habitante del planeta. ¿Sabes dónde terminan muchas de esas balas?

Cada minuto, una persona muere víctima de la violencia armada. Al día, son 1.500. Pero además, millones son heridas, violadas o se ven obligadas a huir de sus hogares.

El origen de este drama está en el comercio irresponsable de armas.

Y es que en el mundo hay acuerdos para regular el comercio de muchos productos -desde plátanos a huesos de dinosaurio– pero ninguno para el de armas, uno de los negocios menos transparentes que existen.

A pesar del secretismo con que actúan los gobiernos, sabemos que muchas de las armas que venden los países poderosos terminan en manos corruptas o represivas que las utilizan para cometer o facilitar violaciones de derechos humanos. Eso convierte a los exportadores en cómplices de genocidio, tortura, violencia sexual a punta de pistola...


En las Islas Salomón, según un estudio de 2004, durante los cinco años de conflicto armado , tres cuartas partes de las mujeres sufrieron “trauma personal directo” como violación, muerte de familiares, amenazas de muerte e intimidación a punta de pistola.

En Myanmar, en septiembre de 2007, las fuerzas de seguridad atacaron a manifestantes pacíficos y asaltaron numerosos monasterios, en respuesta a los disturbios civiles. Se detuvo a miles de personas, cientos resultaron heridas y al menos 31 murieron. Utilizaron camiones militares, porras, gas lacrimógeno, balas de goma, lanzagranadas, rifles de asalto, escopetas y munición de armas pequeñas.

Son ejemplos de lo que ocurre cuando las armas llegan a las manos inadecuadas. El comercio irresponsable y mal regulado de armas fomenta, en todo el mundo, graves abusos contra los derechos humanos, violencia armada y conflictos, además de agravar la pobreza.

Ahora podemos revertir esta situación: en julio las Naciones Unidas debatirán en Nueva York un Tratado Internacional sobre Comercio de Armas. No puede ser un tratado que termine en papel mojado. Debe ser un Tratado sólido que salve vidas.

Es imprescindible que se adopte un tratado que regule de manera eficaz el comercio de armas y que garantice el respeto a los derechos humanos. Un tratado que prohíba las transferencias de todo tipo de armas cuando exista un riesgo sustancial de que vayan a ser usadas para cometer y facilitar violaciones graves de los derechos humanos. El mundo lo necesita.


La mayoría de los países están por la labor de aprobar un Tratado así, pero otros, y entre ellos algunos de los que más armas exportan, pretenden debilitarlo al máximo. Después de muchos años de campaña, tenemos una oportunidad única e histórica de adoptar, por fin, un tratado para conseguir que no haya más armas para atrocidades.




http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/tratado-comercio-armas-2012/?origen=jun12_mailATT

Esteban Beltrán - Amnistía Internacional


5 comentarios:

  1. Muchas gracias, amigo, por compartir esto, por supuesto que lo firmaré.

    Un abrazo.

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  2. Las armas mueven mucho dinero, dan poder a los que más lo tienen y les privan de libertad a los más desfavorecidos, pues son los que tienen que portarlas arriesgando sus vida.
    Interesante el artículo que has puesto Manu.
    Comparto lo que dice y entraré para leerlo y responder allí mismo.
    Gracias por compartirlo.
    Un abrazo

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  3. Yo lo firmé ayer, cuando me lo enviaron desde Amnistía Internacional, ONG de la que soy socia.

    Que a estas alturas sigamos teniendo niños con armas en las manos en lugar de juguetes... ¡Qué crueldad de mundo tenemos!

    Un abrazo grande, pequeño, jejeje

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  4. Esperemos que sirva de algo, vista la poca libertad de movimientos que tiene la ONU, sobre todo por el insultante derecho a Veto de los poderosos.

    España durante 2008-2009 era el sexto país del mundo en la lista de exportadores de armas, en 2010 bajó al puesto 13 con 513 millones de dólares. Esta es una industria que no nos importa que esté en crisis total y cierre definitivamente...

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  5. Ojalá cerrara y no abriera jamás.
    Un abrazo, niño!

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