El
elefante y la alondra eran amigos. La alondra le señalaba al elefante los
rincones más sombreados de la selva, y el elefante protegía con su presencia
nocturna el nido de la alondra de serpientes voraces y ardillas rapaces.
Un dia el
elefante le dijo a la alondra que le tenía envidia por poder volar. Cuanto le
gustaría remontarse por los aires, ver la tierra desde las alturas, llegar a
cualquier sitio en cualquier momento. Pero con su peso...era imposible.
La alondra le dijo que era
muy fácil. Se quitó con el pico una pluma de la cola y le dijo: "Aprieta
fuerte esta pluma en la boca, y agita rápidamente las orejas arriba y
abajo".
El elefante hizo lo que la
alondra le había dicho. Apretó con fuerza la pluma en la boca para que no se le
fuese y comenzó a agitar sus grandes orejas arriba y abajo con toda su energía.
Poco a poco noto que se levantaba, despegaba, se sostenía en el aire y podía ir
donde quisiese por los aires con toda facilidad.
Vió la tierra desde las alturas, vió los animales y los hombres, cruzó por lo alto el río profundo que había marcado el límite de su territorio, exploró paisajes desconocidos, y volvió al fin, feliz y contento a aterrizar al sitio donde habia dejado a la alondra.
Vió la tierra desde las alturas, vió los animales y los hombres, cruzó por lo alto el río profundo que había marcado el límite de su territorio, exploró paisajes desconocidos, y volvió al fin, feliz y contento a aterrizar al sitio donde habia dejado a la alondra.
_"No sabes cuánto te
agradezco esta pluma milagrosa", le dijo. Y se la guardó cuidadosamente
detrás de la oreja para volver a usarla en cuanto quisiera volar otra vez.
La alondra le contestó:
"Oh, esa pluma. La verdad es que no vale nada. Se me iba a caer de todos
modos, y era inútil.
Pero tenía que darte algo para que creyeras, y se me
ocurrió eso. Lo que te hizo volar fue lo bien que agitaste las orejas y las
ganas que pusiste en tu empeño".
Precioso cuento y una admirable moraleja que podemos sacar de él. Sólo creyendo y haciendo lo posible por conseguir nuestras metas, lo lograremos. ¡Y que nunca nos falten sueños por realizar!
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Me recuerda a Dumbo, un cuento precioso que siempre me emocionaba cuando lo leía.
ResponderEliminarEs cierto que muchas veces depende de nosotros mismos el poder realizar lo que deseemos, por muy difícil que sea. Si tenemos fé en nuestra capacidad para hacer las cosas, es probable que lo logremos.
Precioso cuento Manu.
Un abrazo
Celebro que os guste, Gloria, Uxue, un pelín de ingenuidad es necesario a veces, mezclado con determinación y no preocupándose demasiado si el resultado no es precísamente el que se buscaba. Como dice un viejo amigo "cuando algo se interpone en tu camino a partir de entonces ese algo se convierte en el nuevo camino".
EliminarHay que autoconvencerse de que uno tiene posibilidades, de lo contrario, por mucho que las haya, probablemente nosotros mismos conseguiremos que no sea así. Y absolutamente cierto eso de que lo que se interpone en el camino de uno es el nuevo camino a recorrer.
ResponderEliminarBesos, Manu. Y muy majete el cuento ;-D
A propósito de alondras, tengo que dedicarte un cuento un día de estos en mi blog. Ya te avisaré!
ResponderEliminarSaludos!
Saludos Marmopi, Gloriana. El tal Guillermo es amigo mío desde la juventud, este su primer libro es un conjunto de aforismos y frases muy meditadas. Él hacía ya tiempo que participaba en cursos de desarrollo personal con base de zen. Su mujer tiene también gran poder, desde siempre notaba presencias y captaba al vuelo cualquier técnica de autoestima, seguro que mucho del libro es suyo. Os dejo una de ellas: "Tienes que vivir una vida plena. Es la única cosa que la existencia le pide a todos los seres vivos y para ello es fundamental que "des gracias " al universo, es decir que dones o compartas tu gracia especial, esa que la vida te dio para que la repartieras por todo el planeta Tierra y todas las Galaxias".
ResponderEliminarHe contestado con el tema de la siguiente entrada, pues una me llevó a la otra.
EliminarEspero esa dedicatoria, Gloriana, porque estoy seguro de que será un gran mensaje.
Saludos!