viernes, 8 de marzo de 2013

¿Qué nos pasa?: los 12 síntomas del despertar divino




Uno de los temas en los que siempre he mostrado cierto rechazo a profundizar en él es el de las canalizaciones, ya que su veracidad presupone aceptar confiadamente en un noble y sincero trabajo de cada receptor por difundir unas enseñanzas que provienen de Maestros, Seres Ascendidos y de Luz Superior que, liberados ya de la cadena de las reencarnaciones, no obstante, desde otra dimensión, prestan sus servicios para elevar el nivel vibracional y espiritual de la humanidad. Ya sea por medio de la escritura automática, trance mediúmnico o cualquier otra técnica, nuestra limitada razón tiene sospechas de hasta qué punto no interviene la propia inteligencia del receptor, su fantasía, sus sueños, su acceso personal a un registro akáshico, una buena recopilación de conocimiento esotérico, etc.

En todo caso, la mayoría de esas comunicaciones suelen tener un alto nivel pedagógico, apelan a una renovación espiritual sin precedentes, que incluye la reformulación de nuestra cadena de ADN, auguran un vuelco completo de las estructuras políticas, económicas y religiosas… un nuevo Ser Humano, en definitiva.

Quiero creer que son verdaderas y que pueden ayudarnos en nuesta inquietud creciente por Conocer y Progresar. En principio reconozco sentir en buena medida, de un tiempo a esta parte, los síntomas aquí descritos. Puede que la gravísima crisis económica, política, religiosa y moral actuales explique por sí misma los efectos que está generando en los ciudadanos. Aun siendo así, no está de más mantener la alerta, el trabajo interior, una progresiva sanación física, estar receptivo a influencias positivas, Ser y Sentir más, pensar que no estamos solos ni desvalidos en este mundo cruel, tener fe en nuestra enorme potencialidad dormida…





1.- Dolores y malestares físicos, especialmente en el cuello, hombros y espalda.

Esto es el resultado de intensos cambios en tu nivel de ADN, al despertar tu semilla Crística interior.

2.- Sentimientos de profunda tristeza sin razón aparente.

Estás liberando tu pasado (ésta y otras vidas) y esto causa un sentimiento de tristeza.
Es similar a la experiencia de cambiarse de una casa en la que has vivido muchos años, a una nueva. Por mucho que desees cambiarte a la nueva casa, se siente la tristeza de dejar atrás los recuerdos, la energía y la experiencia de la que dejas.

3.- Llorar sin razón alguna.

Es bueno y es sano dejar que fluyan las lágrimas. Ayuda a liberar la vieja energía interior.

4.- Cambios repentinos de trabajo o profesión.

Al cambiar, las cosas que te rodean cambian también. No te preocupes por ahora por encontrar el trabajo o la profesión correctas. Estás en medio de una transición y es posible que hagas varios cambios de trabajo antes de establecerte en uno que se ajuste a tu pasión.

5.- Apartarse de las relaciones familiares.

Estás conectado a tu familia biológica vía el viejo karma. Cuando te sales del ciclo karmático, los lazos de antiguas relaciones te liberan. Pudiera parecer como si estuvieras separándote de tu familia y amigos. Después de algún tiempo, tal vez establezcas una nueva relación con ellos, si así es lo adecuado. Sin embargo, la relación estará basada en la nueva energía, sin las ataduras karmáticas.

6.- Patrones de sueño desacostumbrados.

Es probable que te despiertes muchas noches entre las 2 y las 4 de la mañana. Hay mucho trabajo en marcha en tu interior y con frecuencia esto hace que te despiertes a tomar un respiro. No te preocupes. Si no puedes volver a dormirte, levántate y haz algo en lugar de quedarte en la cama preocupándote de las cosas humanas.

7.- Sueños intensos.

Éstos pudieran incluir sueños relacionados con guerras y batallas, persecuciones y monstruos. Literalmente estás liberando la vieja energía interior y estas energías del pasado a menudo están simbolizadas por guerras, o que correis para escapar de algun monstruo, etc. Todo esto pasará.

8.- Desorientación física.

A veces te sentirás desubicado. Como especialmente cuestionado, con la sensación de que no puedes poner los pies en la tierra o de que andas caminando entre dos mundos. Al transitar la conciencia hacia la nueva energía, a veces tu cuerpo se queda atrás. Pasa más tiempo cerca de la naturaleza para que te ayude a aterrizar la nueva energía en tu interior.

9.- Incremento de la “autoconversación”.

Con mayor frecuencia te vas a encontrar hablando contigo mismo. De pronto te das cuenta que llevas media hora de conversación contigo mismo. Se está dando un nuevo nivel de comunicación dentro de tu ser y estás experimentando la punta del iceberg con la autoconversación. Las charlas se incrementarán y serán más fluidas, más coherentes y más intuitivas. No te estás volviendo loco, simplemente eres Shaumbra* trasladándote a la nueva energía.

10.- Sentimientos de soledad, incluso en compañia de otros.

Puedes sentirte solo y aislado de los demás. Puedes sentir el deseo de “huir” de grupos y multitudes, estás recorriendo un camino sagrado y solitario. Por mucho que los sentimientos de soledad te causen ansiedad, es difícil que en este momento puedas relacionarte con los demás.
Los sentimientos de soledad están también asociados con el hecho de que tus Guías se han ido. Han estado contigo en todos tus viajes, en todas tus vidas. Era tiempo de que se retiraran para que puedas llenar tu espacio con tu propia divinidad.
El vacío interior se llenará con el amor y la energía de tu nueva conciencia Crística.


11.- Pérdida del entusiasmo.

Puedes sentirte totalmente desapasionado, con escaso o ningún deseo de hacer nada. Está bien y es parte del proceso. Tómate este tiempo para el “NO Hacer”. No luches contigo mismo por ello porque también pasará. Es similar a volver a arrancar una computadora. Necesitas apagarla un momento para que se pueda cargar ese nuevo y sofisticado programa o, en este caso, la energía de la nueva semilla Crística.

12.- Un profundo anhelo de regresar a Casa.

Tal vez sea ésta la más difícil y desafiante de todas las condiciones. Puedes experimentar un profundo y abrumador deseo de abandonar el planeta y regresar a Casa. No es este un sentimiento “suicida”. No se basa en la cólera o en la frustración. No le des excesiva importancia ni hagas un drama, para ti o para los demás.
Hay una silenciosa parte de ti mismo que quiere ir a Casa. La causa original de esto es bien simple. Ya has completado tus ciclos karmáticos. Ya cumpliste el contrato de esta vida. Estás listo para iniciar una nueva vida, mientras estás todavía en tu cuerpo físico.



Durante este proceso de transición, tienes reminiscencias interiores de cómo es estar al otro lado. ¿Estás preparado para alistarte en otra jornada de servicio aquí en la tierra? ¿Estás preparado para aceptar los retos de trasladarte a otra Nueva Energía? Sí, por supuesto que podrías irte a casa ahora mismo.
Pero has llegado hasta aquí y después de muchas, muchas vidas, sería una lástima marcharse antes de que termine la película.
Además, el Espíritu te necesita aquí para ayudar a otros a hacer la transición a la nueva energía. Van a necesitar un guía humano, exactamente como tú, que ha hecho el viaje de la vieja Energía a la nueva.
El sendero que en este momento recorres te proporciona las experiencias que te capacitan para convertirte en Maestro del Nuevo Humano Divino.


*Este nombre, “Shaumbra”, la familia a la que pertenecen, la familia que ustedes son, es el nombre por el que los llamamos. Es vibración. Es familia. Eso es quien tú eres, trabajador de la energía, alguién que va hasta lo más profundo de las experiencias, alguién que crea. Shaumbras… son los que están moviéndose delante en la nueva energía de la Tierra...

Por solitario y oscuro que sea a veces tu viaje, recuerda que nunca estás solo.


Tobías, canalización año 2000.

2 comentarios:

  1. Hola, buenas noches,
    soy un fiel seguidor tuyo. Después de haber leído atentamente esta entrada de tu blog, tengo que decir que desde diciembre del año pasado tengo los síntomas que describes.
    Me encuentro en un momento de búsqueda de mi mismo, así lo siento. Siento que debo canalizar mi energía, además de tener redirigir la energía que me redea, que en muchas ocasiones deja mucho que desear.
    En este momento de autorrealización, un buen amigo, me dijo que buscara la ayuda de un árbol, que bucacara un árbol, aquel que más me gustara. Busqué un olivo. Desde el mes de enero, fecha en la que comencé esta "terapia", debo decir que jamás lo hubiera imaginado. Me abrazo al árbol y le cuento mis inquietudes y le pido que me ayude a canalizar. Me está ayudando a mover mis historias internas, a abrir caminos, a canalizar mi armonía interna, a entender el presente para afrontar el futuro.
    Gracias por tus letras, me parecen muy interesantes.

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    1. Lo crucial es que te das cuenta de que hay un camino interior por el que antes no habías transitado, y que va apareciéndose como fascinante a la vez que te va "despertando". Viene al caso de lo que dices, Jaime, unas palabras de la fenomenal recopilación de cartas de Sri Aurobindo: "Guía del Yoga integral" que ahora estoy releyendo: "Cuando estás en la verdadera Consciencia, ves que todo es posible, aunque de momento no haya más que un pequeño comienzo, pero un comienzo es suficiente cuando la Fuerza y el Poder están ahí. Porque la verdad es que todo lo pueden, y solo el tiempo y la aspiración del alma son necesarios para el cambio total y la realización del alma".

      Saludos,
      Manuel.

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