¿Qué fuerza es esa que nos
aleja de la comodidad que nos es familiar y nos hace afrontar desafíos, aun
sabiendo que la gloria del mundo es transitoria? Creo que ese impulso se llama
búsqueda del sentido de la vida. Durante muchos años he buscado, en los libros,
en el arte, la ciencia, en los peligrosos o cómodos caminos que he recorrido,
una respuesta definitiva a esa pregunta. He encontrado muchas. Hoy estoy
convencido de que esa respuesta nunca nos será confiada en esta vida, aunque al
final comprenderemos cada una de las oportunidades que nos fueron ofrecidas.
Cuando quieres una cosa,
todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla. El universo siempre
conspira a favor de los soñadores. Para alcanzar sus sueños, el guerrero
necesita una voluntad firme, y una inmensa capacidad de entrega: aunque tenga
un objetivo, no siempre el camino para lograrlo es aquel que se imagina.
Creo en señales. Creo en
el Destino. Creo que la gente tiene, todos los días, una posibilidad de saber
cuál es la mejor decisión en todo lo que hace. Los cambios que el destino
provoca en las personas son favorables si sabemos descifrar su contenido.
Que nunca nos veamos atrapados por las cosas
que creemos conocer, porque en realidad poco sabemos del Destino. Pero que eso nos
lleve a comportarnos de manera impecable y a utilizar cuatro virtudes que
debemos conservar: valor, elegancia, amor y amistad.
En un determinado momento,
perdemos el control de nuestras vidas, y éstas pasan a ser gobernadas por el
destino. Hay cosas que son colocadas en nuestras vidas para reconducirnos al
verdadero camino de nuestra Leyenda Personal. Otras surgen para que podamos
aplicar todo aquello que aprendimos. Y, finalmente, algunas llegan para
enseñarnos.
Que una vez escogido el camino, no volvamos
a mirar atrás, ni dejemos que nuestra alma se vea corroída por el
remordimiento.
El Camino incluye el respeto por todo lo
que es pequeño y sutil.
Huir de la lucha es lo
peor que puede sucedernos. Es peor que perder la lucha, porque en la derrota
siempre podemos aprender algo, pero en la fuga todo lo que logramos es declarar
la victoria de nuestro enemigo.
La derrota termina cuando volvemos de nuevo
al combate.
Tenemos siempre tendencia
a fantasear acerca de las cosas y a no ver las lecciones que están delante de
nuestros ojos. Huye de la rutina e intenta lo nuevo, lo espectacular. Ese
detalle, por pequeño que sea, te puede abrir las puertas a una gran aventura,
tanto humana como espiritual. No intentes ser útil. Intenta ser tú: eso basta,
y en eso reside tu razón de ser.
A medida que actúes, tienes que ser como el
río que fluye, silencioso, entregándose a una energía mayor. Tienes que creer.
Cada mañana trae consigo una bendición, una
bendición que solo sirve para este día y que no se puede guardar ni
reaprovechar.
Las pruebas más duras en
el camino espiritual: la paciencia para esperar el momento adecuado y el coraje
de no decepcionaros con lo que habéis encontrado. ¿Por qué la paciencia es tan
importante? Porque nos hace prestar atención.
Un guerrero responsable no es el que coloca
sobre sus hombros el peso del mundo, sino aquel que aprendió a luchar contra
los desafíos del momento. Tengo una única certeza. Existe un universo paralelo,
espiritual, que interfiere en el mundo en que vivimos.
El camino de la magia
–como, en general, el camino de la vida– es y será siempre el camino del
misterio. He aprendido que el mundo tiene un Alma y que quien entiende esa Alma
entenderá el lenguaje de las cosas.
Existe un lenguaje que va más allá de las
palabras. Si aprendo a descifrar este lenguaje sin palabras, conseguiré
descifrar el mundo.
Ninguno de nosotros tiene
prisa, durante este viaje estamos destruyendo y reconstruyendo continuamente lo
que somos.
No intentes acortar el camino, sino
recorrerlo de tal manera que cada acción haga más sólido el terreno y más
hermoso el paisaje.
Las cosas más sencillas de
la vida son las más extraordinarias. Dejad que se manifiesten.
Existen momentos en la
vida en que la única alternativa posible es perder el control. Los cambios solo
se dan cuando hacemos algo que va en contra, totalmente en contra, de todo
aquello a lo que estamos acostumbrados.
El que haya decidido que no puede ser de
una manera diferente será destruido por la rutina.
El hombre lejos de sus
semejantes, por muy inteligente que sea, no conseguirá conservar su calor y su
llama. Lo único seguro es la mediocridad, por eso debes correr tus riesgos y
hacer lo que deseas.
Conocimiento sin transformación no es sabiduría.
La felicidad es algo que
se multiplica cuando se divide.
Paulo Coelho – Alquimia
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