Para los hopi, la historia de la Humanidad está dividida en períodos que ellos
denominan Mundos, los cuales están separados entre sí por terribles catástrofes
naturales: el primer mundo sucumbió por el fuego, el segundo por el hielo y el
tercero por el agua. Nuestro actual mundo, que es el cuarto según sus
profecías, está tocando a su fin, y dará paso a un nuevo mundo en un futuro no
muy lejano.
Según los hopi, antes que nada existió Dayowa, el Creador, quien
organizó la creación del primer mundo, a cuyo término dejó hechas las plantas,
los animales y los hombres. Los dos primeros “mundos” no pueden ser comprobados
de forma histórica. Pero en el tercero, llamado Kasskara, se encuentran hechos
que los hopi consideran reales. Kasskara era el nombre de un gran continente
situado donde hoy se encuentra el Océano Pacífico. Allí se vivía agradable y
armónicamente, pero no era el único pais habitado. Dice la tradición que América
del Sur todavía no existía por hallarse aún bajo las aguas, pero sí había un
lugar llamado “País del Este”, cuyos habitantes tenían el mismo origen.
Y fueron aquellos
hombres del este los primeros en desobedecer las leyes del Creador, entablando
guerras contra pueblos situados aún más al Este. Aquellos belicosos y agresivos
moradores del país del Este también quisieron conquistar Kasskara y utilizaron
para ello armas potentísimas de desconocido origen y que debían estar
accionadas por energía magnética o eléctrica.
Ya en el primer
mundo, los hombres se relacionaban con unos seres “altos, respetados, sabios”,
a los que llamaban “katchinas”. Eran seres visibles, de forma humana,
procedentes de un sistema de doce planetas muy alejados de la Tierra , para cuyo viaje
utilizaron “artefactos voladores”. Se desplazaban en escudos volantes o pájaros
tronantes, y dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de
piedra, así como de construir túneles e instalaciones subterráneas. Al ser
atacada Kasskara la tierra tembló bajo el impacto de apocalípticas explosiones,
pero los katchinas colocaron un escudo para proteger a unos cuantos elegidos,
que seleccionaron para vivir en el siguiente “mundo”. El País del Este y
Kasskara se hundieron bajo las aguas. Los katchinas trasladaron a los elegidos
a nuevas tierras, otros se salvaron a bordo de embarcaciones y hubieron de
recorrer gran número de islas. Un día los
katchinas les dejaron, regresaron a las estrellas y así terminó el tercer mundo.
Los primeros
llegaron hace ochenta mil años y erigieron una ciudad a orillas del lago
Titicaca, a la que llamaron Tautoma, “la tocada por el brazo del Sol”, hoy
conocida por Tiahuanaco (la
Cordillera Andina se había desnivelado por causa del cataclismo anterior. La antigua ciudad de Tiahuanaco fue en
aquel tiempo un gran puerto de mar y una gran ciudad colonial del Imperio
Lemuriano, como veremos). Más tarde, por un nuevo cataclismo, Tautoma se vio alzada y luego
sumergida, lo que produjo la diáspora. Los hopi descienden de los que fueron al
norte y, entre sus recuerdos más antiguos, está el obstáculo insalvable de una
inmensa pared de hielo que les obligó a retroceder. Diversos clanes decidieron
construir una gran ciudad, a la que dieron el nombre de “Ciudad Roja”, que los
hopi identifican con Palenque.
Para el infatigable investigador James Churchward
ese país de Kasskara es el “país de Mu”. Investigando por todo el mundo acerca
del Continente Perdido de Mu, llegó a la conclusión de que se habría extendido
desde el Norte de las Islas Hawaii, hacia las Islas Fidji y Pascua en el Sur, y
fue, indudablemente el hábitat original del hombre. Probablemente lo más asombroso de todo es
el hecho de que los polinesios, que habían estado aislados del resto del mundo
por más de 12.000 años, tienen tradiciones de la Creación idénticas al
relato bíblico, tal como los nombres del primer hombre y la primera mujer, y
que la primera mujer fue hecha de los huesos del hombre, que el hombre fue una
creación especial de Dios.
Para Churchward la
raza dominante en el país de Mu era blanca, sumamente bella, y había otras de
componentes amarillos, morenos o negros. Eran grandes navegantes que llevaban
sus naves por todo el mundo, expertos arquitectos de grandes templos y palacios
de piedra, esculpían grandes monolitos erigiéndolos como monumentos. “He seguido
el rastro de esta misma historia desde Mu a la India , donde se instalaron colonizadores del
continente desaparecido; de la
India a Egipto, de Egipto al templo del Sinaí, donde Moisés
lo cogió hasta las deficientes traducciones de Ezra 800 años después. La verosimilitud
de todo ello resultará aparente hasta a quienes no han estudiado el asunto minuciosamente, cuando vean la estrecha
semejanza entre el relato de la
Creación tal y como lo conocemos y la tradición que se
origina en Mu”.
Lemuria es el
nombre de la última parte del Gran continente que existió en el Pacífico.
La verdadera destrucción de Mu y su subsiguiente hundimiento empiezan en el 30.000 a .C. Esta acción
continuó por muchos miles de años hasta que la última porción del antiguo Mu fue también sumergida en una serie de nuevos desastres,
los cuales terminaron entre 10.000 y 12.000 a .C. Esto ocurrió precisamente antes de
la destrucción de la última parte del Continente del Atlántico: la Atlántida.
También las
lecturas de Cayce se refieren a un continente perdido en el Pacífico por varios
nombres, pero más a menudo es llamado Lemuria. Algunos de éstos pueden referirse a provincias en el
continente, o a porciones dejadas después de una importante desintegración de
la tierra.
“Antes de que encontremos que la entidad estuvo en esa tierra conocida como Mu,Zu, Lú, y posiblemente Oz, Lemuria o la desaparecida tierra en el Océano Pacífico, el lleno de paz; durante esos períodos, cuando muchos de aquellos habían subido al poder, cuando estaban pasando esos destierros y preparaciones para la preservación; ya que ellos sabían que la tierra pronto sería quebrantada. Esto fue antes del viaje de personas en perfecta forma física; más bien cuando se decía que eran capaces de estar en el cuerpo o fuera del cuerpo y actuaban sobre el materialismo. En el espíritu o en la carne, ellos hicieron esas cosas, aquellas influencias que trajeron la destrucción… el sumergimiento de Lemuria debe haber tenido consecuencias geofísicas mundiales. La fecha de30.000 a .C. coincide con
el segundo período de disturbio en Atlántida, cuando se habían producido
pequeños canales por muchas de las tierras”.
“Antes de que encontremos que la entidad estuvo en esa tierra conocida como Mu,Zu, Lú, y posiblemente Oz, Lemuria o la desaparecida tierra en el Océano Pacífico, el lleno de paz; durante esos períodos, cuando muchos de aquellos habían subido al poder, cuando estaban pasando esos destierros y preparaciones para la preservación; ya que ellos sabían que la tierra pronto sería quebrantada. Esto fue antes del viaje de personas en perfecta forma física; más bien cuando se decía que eran capaces de estar en el cuerpo o fuera del cuerpo y actuaban sobre el materialismo. En el espíritu o en la carne, ellos hicieron esas cosas, aquellas influencias que trajeron la destrucción… el sumergimiento de Lemuria debe haber tenido consecuencias geofísicas mundiales. La fecha de
¿Hay alguna evidencia arqueológica de Lemuria? Richard Noone ha escrito acerca de la presencia de antiguos trabajos de construcción en dos islas del Pacífico, Malden en las Islas Line, y Rarotonga en la cadena de islas Cook. Las dos islas yacen justo dentro de los límites de McNutt para la super elevación del Pacífico Sur. La isla Malden parece contener los remanentes de un sistema de autopista que irradia hacia afuera desde un complejo de templos. Integrado por bloques ajustados de basalto, las carreteras Cruzan playas y desaparecen debajo de las olas.
“Mil quinientas
millas al sur de la isla Malden, otra sección del mismo tipo de carretera
emerge desde debajo de las olas, cruza la playa y desaparece dentro de la selva
de la Isla Rarotonga.
Esto sugiere que muchas Islas del Pacífico son los remanentes de un continente
Pacífico sumergido actualmente."
Según nos dice Joan Griffith, “Vi al coronel Churchward solamente una vez, cuando era una niña pequeña, justo antes de su muerte en 1936. El parecía saber que yo estaría interesada en ampliarme sobre su trabajo en el futuro. Yo comencé leyendo los libros de Mu en ese año; así es que mucha de mi vida se ha enfocado en Atlántida, Lemuria y conocimientos antiguos que pueden haber estado perdidos a través de los milenios. En más de sesenta años, mucho ha sido descubierto que ha apoyado muchas de sus afirmaciones. Lo que generalmente no se conoce es que él tuvo acceso a centenares de fuentes y enumeró más de 140 ruinas y sitios megalíticos. La mayor parte concordaba con lo que Edgar Cayce más tarde tuvo que decir sobre Mu”.
Profecía hopi
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