Ho’oponopono
es una técnica ancestral hawaiana de resolución de problemas potente y eficaz,
significa “corregir un error de pensamiento”. Solo diciendo una palabra como “gracias”,
“te amo”, “lo siento”, “por favor, perdóname” estás borrando, estás limpiando,
estás sanando tu mente subconsciente que es tu punto de atracción.
En el área
de resolución de problemas, el mundo es un reflejo de lo que ocurre en nuestro
interior. Si estás experimentando desequilibrio o malestar, el lugar a mirar es
en tu interior. Cada tensión, desequilibrio o enfermedad puede ser corregido
solo trabajando en ti mismo.
Todo lo que
existe en tu realidad es una proyección de tu mente. Lo que creemos, creamos,
si crees que la vida es dura, así será para ti, tu realidad reflejará fielmente
esa creencia limitante. Si piensas que la vida es maravillosa, también será así
y atraerás a las palabras y circunstancias que reafirmarán ese pensamiento.
Tenemos memorias,
programas, que pueden venir inclusive de otras vidas y de nuestros ancestros. La
información grabada en la memoria celular nos condiciona de tal manera que nos
predispone a percibir y comportarnos de un cierto modo. Muchas de esas memorias
son dolorosas. Además de las creencias limitantes, tenemos toda esa “basura” en
el subconsciente. Hasta que no elimines esa programación negativa, seguirás
atrayendo problemas, relaciones difíciles, etc.
Cambia tu
interior y cambiarán las condiciones externas de tu vida, si tú no cambias, por
mucho que modifiques el decorado, nada cambiará. No tienes pensamientos
negativos porque tu vida no funciona, porque nada te sale bien y eso te amarga,
sino que tu vida es dura, hostil, tu vida es un desastre por la manera en que
piensas. Si quieres despertar, primero has de ser consciente de que tú has
elegido cada cosa, persona y circunstancias de tu vida. Es tu creación
inconsciente, pero eres el dios de tu reino y puedes cambiar tu realidad.
Al hemisferio
cerebral derecho se le atribuyen las habilidades espaciales y visuales, la
creatividad, las emociones, la capacidad de síntesis y el talento artístico. El
hemisferio cerebral izquierdo se encarga del lenguaje, la escritura, el
pensamiento analítico y la lógica. Es esa parte de nuestra mente que nos lleva
al pasado para sufrir por lo que pasó, o se traslada al futuro para preocuparse
por lo que pueda pasar, es el parloteo constante, esa vocecilla interna que no
cesa; “cuidado con esto”, ¿qué vas a hacer ahora?, bla, bla, bla. El hemisferio
derecho, por el contrario, sabe estar en el momento presente, es el aquí y
ahora, nos conecta con la vivencia, el sentir. La presencia permite ser
consciente, y estar consciente es comunicarse con la Fuente. Este contacto nos
acerca a todas nuestras potencialidades. Quien está presente, afina su
intuición, y sabe distinguir lo verdadero de lo que no lo es.
Pero ocurre
a veces que el momento presente es visto como un enemigo. Esto pasa cuando nos
quejamos de nuestra vida, maldecimos lo que sucede o ha sucedido, odiamos lo
que hacemos y nuestro diálogo interno está lleno de negatividad. Entonces,
convertimos la vida en nuestra enemiga, y tu realidad externa reflejará esa
creencia, experimentando la vida como algo hostil. Cuanto más te preocupas por
algo, no solo sufres, además le estás dando fuerza para que eso que NO quieres
entre en tu realidad. La mente es un velo opaco que deforma la realidad y, si
nos descuidamos, nos quita la paz.
Es posible
ir más allá del pensamiento. Sé como un niño otra vez. Con Ho’oponopono
aquietas la mente, el universo entero se somete a una mente sosegada. Cuando mueves
la energía del amor estás activando un poder realmente mágico. Cuando repites “gracias”
o “te amo”, ya no te resistes, aceptas lo que hay en este momento en tu
realidad, todos los problemas son oportunidades para crecer. Todas las cosas
que combatimos no hacen más que debilitarnos e impedir que podamos vislumbrar
la oportunidad que implica el obstáculo.
Todo pasa
por algo, NO existe la casualidad. Despierta y sé consciente de que todo tiene
una causa y que todo son señales del Universo. Un problema puede ser la
oportunidad para crear algo nuevo y hermoso, y un tirano o verdugo el mejor
maestro. No hay enemigos, el dolor y la enfermedad son aliados que nos muestran
un error que es necesario comprender. Ama la luz y ama la oscuridad. Ama aún
tus problemas, porque mientras te lamentas y te quejas les das aún más fuerza
para que entren y se instalen en tu realidad.
Hay algo
superior que lo ha creado todo, existe una energía suprema, inteligente, que ha
creado el universo. Puedes llamarle Universo, la Fuente , Dios… Yo cuando lo
llamo Dios no lo hago con ningún tinte religioso, en realidad pienso en algo
superior que se identifica con la energía suprema, el AMOR. Somos seres
creadores, y tu misión es volver a encontrarte con el Dios que tú eres. Somos luz,
pero la “basura” que tenemos dentro de nosotros no nos deja brillar.
Ho’oponopono
es una petición a la divinidad para que te ayude, es caminar al lado de Dios. Solo
hay algo que te separe de Dios, las memorias, y ho’oponopono borra esas
memorias. Todo puede fluir y salir mucho mejor si simplemente nos abandonamos y
confiamos en el Universo, podemos cocrear con la Divinidad. En esto consiste
nuestro libre albedrío, decidir colaborar con la energía natural de la vida y
dar un paso enorme en dirección a la felicidad.
María José
Cabanillas – Ho’oponopono. Conéctate con los milagros. GRACIAS. TE AMO. LO
SIENTO. POR FAVOR, PERDÓNAME.
Hola, Manu. El título de tu entrada me lleva a reflexionar que debemos ser todos mucho más sencillos y menos prepotentes, tenemos que saber pedir perdón porque así nos será mucho más fácil poder perdonar; no nos traerá más que beneficios si nos ponemos a ello con tesón y nos acostumbramos a hacerlo sin que nos cause mayor problema.
ResponderEliminarLo mismo ocurre si sabemos amar: querernos a nosotros mismos y darnos a los demás como somos sin esperar nada a cambio. Ganamos todos!
Un besote
Gracias por tu comentario, Marisa, es verdad lo que dices, en definitiva ganamos todos con este enfoque. Otro aspecto muy interesante del libro que no he incluido es la sanación del niño interior. Este niño que todos llevamos reprimido es más o menos nuestro subconsciente, que es el origen de la mayor parte de nuestro comportamiento, generalmente inadecuado. Tenemos que sanarlo, limpiar toda esa basura acumulada. Así que lo que primero debemos hacer es "hablar" con él y dirigirle estas potentes palabras como gracias, lo siento, perdóname, etc., te acepto y me responsabilizo de lo que ahora soy. Rescato así aquellas cualidades inherentes del niño que un día dejé de ser, la alegría, la creatividad, la no resistencia, la despreocupación, vivir el presente, etc., y con ello confío en que la energía positiva del universo dirigirá acertadamente mis pasos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muy interesante esta técnica. Creo que me vendría muy bien en estos momentos. Gracias tío.
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