jueves, 19 de enero de 2012

Me concedo el permiso de... (Jorge Bucay)


Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.

Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
 
Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.
 
Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
 
Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo.

Estos cinco permisos esenciales condicionan nuestro ser persona. Y ser persona es el único camino para volverse autodependiente.
Porque estos permisos me permiten finalmente ser auténticamente quien soy.

El primero dice que si yo soy una persona tengo que concederme a mí mismo la libertad de ser quien soy. ¿Qué quiere decir esto? Dejar de exigirme ser el que los demás quieren que sea: el que quiere mi jefe, el que quiere mi esposa, el que quieren mis amigos o el que quieren mis hijos. Ser persona es darme a mí mismo la libertad de ser el que soy.
 
Es probable que a muchos no les guste que sea el que soy; es probable que cuando otros descubran que soy el que soy —y que además me doy la libertad de serlo— se enojen conmigo.
 
Todos podemos llegar a ser personas, pero si no empezamos por este permiso, no hay posibilidades; nos quedaremos siendo individuos parecidos a muchos otros individuos que se sienten a sí mismos diferentes, pero que obedecen y pertenecen al club de aquellos que no se dan el derecho de ser quienes son; que intentan parecerse a los demás.


Jorge Bucay : "El Camino de la Autodependencia" 

8 comentarios:

  1. O sea, "dominar la situación"...

    Saludos, Manuel!

    ResponderEliminar
  2. A mí también me gustaría darme esos permisos. Muy complicado a veces. Tenemos demasiados miramientos para con el resto, me temo.
    Un abrazo, Manulondra ;-D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos, Gloriana, se puede resumir en lo que dices, pero sin tratar de dominar a los que te rodean, todo necesitamos concedernos esos permisos, si no nos engañamos y nunca sabremos quién somos.

      Eliminar
    2. Hola, Marmopi, otra cosa es que actuemos por capricho de querer llevar la razón o que el permiso que nos concedamos esté regido por la soberbia o la falta de respeto. Eso sería como concedernos el permiso de ser lo peor que podemos ser.

      Eliminar
  3. ...digo dominar "la situación"...no a nadie...ya tengo más que suficiente en darme órdenes a mí misma...jeje...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas, Gloriana, es que lo he dicho sin explicarlo, me refería a pretender dominar la situación o llevar siempre la batuta referido a asuntos familiares o reuniones, porque pensamos con nuestra mejor intención que tenemos la mejor idea y decisión, sin darnos cuenta forzamos los sucesos siguientes y arrastramos a los demás a no sabemos qué.

      Eliminar
  4. Siempre hay q decidir por nosotros mismos y no con ayuda otros

    ResponderEliminar