El
9 de julio de 1925, Meher Baba dijo a sus seguidores que a partir del día
siguiente guardaría silencio para siempre. Uno de sus discípulos le señaló que
si se mantenía en silencio, el mundo se vería privado de sus enseñanzas. Meher
Baba contestó: «No he venido a enseñar sino a despertar». Desde ese momento
mantuvo silencio hasta el fin de su vida. Dictaba sus discursos y artículos
mediante una tabla alfabética, señalando las letras una por una.
Treinta
años más tarde dejó de utilizar la tabla alfabética y comenzó a comunicarse
exclusivamente mediante gestos manuales.
Meher
Baba dejó su cuerpo físico el 31 de enero de 1969 para vivir eternamente en el
corazón de todos sus amantes. Antes de su muerte, él dijo: “Cuando yo abandone
este cuerpo, permaneceré en el corazón de todos aquéllos que me amen. Yo nunca
muero, ámenme, obedézcanme y me encontrarán.”
Manifestó
que Él es el Antiguo. “Yo soy aquél que tantos buscan y tan pocos encuentran.
“Todos los logros, a través del progreso de la ciencia,
son solo exploraciones superficiales de lo que está en lo externo. Si se ve la
esencia se desvelará la raíz de todo lo externo. Si se descubre aquello que
está en lo interior (la esencia), se revelará la raíz de todo lo exterior y el
hombre experimentará que todo emerge de su interior como el reflejo del Ser
infinito.”
“El mundo necesita despertar, no necesita más
instrucciones verbales. Les repito que yo no establezco preceptos. Cuando yo
libere la marejada de verdad que he venido a traer, la vida diaria de los
hombres se convertirá en precepto vivo. Las palabras que yo no he hablado
cobrarán vida en ellos.”
“¡Mi verdadera forma es indescriptible! Cuando hablo,
unos pocos lo experimentarán desde dentro. En ese momento, mi forma exterior se
parecerá a las formas de Cristo, Mahoma, Buda, Krisná, Rama y Zoroastro. Todos
tenían mi cara y mi cabello. El universo es mi ashram, y cada corazón es mi
morada, pero solo me manifiesto en aquellos corazones en los que todo lo que no
sea Yo cesa de vivir.”
“Esta Nueva Vida no tiene fin, e incluso después de mi
muerte física la mantendrán viva: los que lleven una vida de completo
renunciamiento a la falsedad, a las mentiras, al odio, a la ira, a la codicia y
a la lujuria; los que cumplan esto, y no cometan actos lujuriosos, ni hagan
daño a nadie, ni calumnien, ni procuren poseer bienes materiales ni poder; los
que no acepten homenajes, ni codicien honores, ni rehúyan la ignominia, ni
teman a nadie ni a nada; los que confíen total y únicamente en Dios, amen a
Dios por el mero hecho de amarle, y crean en quienes aman a Dios, y en las
manifestaciones, pero sin esperar recompensas espirituales o materiales; los
que no dejen de aferrarse a la Verdad, y los que, sin que las calamidades los
acongojen, afronten valiente y entusiastamente todo infortunio con absoluta
alegría, sin dar importancia a castas, ni ceremonias religiosas.”
“Ninguna regla general, ningún proceso, pueden conducir
a la única realidad. Cada individuo debe realizar por sí mismo su propia salvación.
Las panaceas actuales, esas religiones establecidas para servir de guías a la
Humanidad no llegan muy lejos en orden a solucionar el problema esencial… No
creo en el valor de una ascesis, de una renuncia a la vida normal. Sobre todo
en lo que se refiere a Occidente, el renunciamiento sería una vía falsa y
religiosa. Cada uno debe vivir en el mundo, allí donde esté llamado por la
voluntad divina. Debe cumplir sus deberes personales, familiares, sociales y
patrióticos, situándose mentalmente despejado y desinteresado. Hay que estar en
el mundo, no “ser” del mundo… “
Un
día Meher Baba preguntó a sus "mandalies", lo siguiente:
- ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
- ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
Los
hombres pensaron unos momentos...
- Porque perdemos la calma. -dijo uno-. Por eso gritamos.
- Pero... ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, preguntó Meher Baba. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía a Meher Baba.
Finalmente él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho, para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse; mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego Meher Baba preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente... ¿por qué?
- Porque perdemos la calma. -dijo uno-. Por eso gritamos.
- Pero... ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, preguntó Meher Baba. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas satisfacía a Meher Baba.
Finalmente él explicó:
- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho, para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse; mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Luego Meher Baba preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente... ¿por qué?
-
Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
Meher Baba continuó.
- Cuando se enamoran más aún... ¿Qué sucede?
- No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuán cerca están dos personas cuando se aman.
Luego Meher Baba dijo:
- Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta, que no encontrarán más el camino de regreso.
Meher Baba continuó.
- Cuando se enamoran más aún... ¿Qué sucede?
- No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuán cerca están dos personas cuando se aman.
Luego Meher Baba dijo:
- Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta, que no encontrarán más el camino de regreso.
¿Sabes qué envidio de este tipo de personas? Que seguro que viven en una paz absoluta y mueren de la misma manera. Su vida parece un transcurrir tranquilo sabiendo esquivar las complicaciones. Sin embargo, nosotros, poca paz encontramos en nuestro vagar; nos dejamos llevar más por lo malo que nos rodea. Tanto tendríamos que aprender...
ResponderEliminarUn abrazo, niño. Y buen año para tí y los tuyos
Se suele afirmar que la lectura de textos sobre la espiritualidad no produce un avance en ello por sí misma. Lo único que podemos hacer es actuar en consecuencia sobre aquellas máximas que nos parecen ideales para una autorrealización real, llevarlas a cabo continuamente en la vida diaria. Como decía ese guru, hay que estar en el mundo, no "ser" del mundo,cumplir los deberes personales, familiares, sociales, situándose mentalmente despejado y desinteresado, descubrir aquello que está en lo interior, aceptarse y mantener una actitud alegre, compasiva y de amor respecto a nosotros y los demás. Eso puede servir para empezar.
ResponderEliminarGracias, y un fuerte abrazo.
lindo mensaje y no cave duda que era un sabio en lo que decia....
ResponderEliminarNo escuches a los que griten! Escucha a los que susurran en voz baja. Meher Baba. Avatar
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