El alma es la esencia de nuestro ser, “nuestro yo”, lo que somos en realidad. Ella está más allá del nombre que tenemos en esta vida, de la existencia que estamos viviendo, de la familia que tenemos, del trabajo o del entorno que nos rodea, siendo el alma la única que no se implica en nuestras experiencias mundanas y que nos recuerda, con persistencia, que la luz está en nuestro interior. Esta esencia de nuestro ser es libertad, nos conecta con el origen y con nuestro auténtico hogar, acercándonos a la divinidad, recordándonos que la pureza existe dentro de nosotros.
El modo de vida generado por los seres humanos nos aleja considerablemente de ella. El miedo, la inseguridad y el egoísmo tienden a apagar nuestra luz interior, dejando atrás la parte más celestial y la conexión con la divinidad. Cuando las circunstancias de la vida nos aprisionan y nos vemos envueltos en un aprieto, necesitamos una gran dosis de fuerza y de superación; la cualidad del valor se manifiesta y el alma se expande. Son situaciones en las que mostramos el gran poder que duerme en nuestro interior, asegurándonos que, en el momento adecuado, nuestra alma despierta para decirnos que la vida en este planeta es un viaje cargado de experiencias y de vivencias que nos enseñan y enriquecen como seres de luz.
El sentido de nuestra existencia es entonces la riqueza espiritual, dejando atrás la terrenal, que nos acompaña en el viaje de la vida para que ésta sea más placentera y cómoda. El alma nos ofrece la sabiduría y la paz que buscamos los seres humanos a través de religiones, culturas o mundos desconocidos, pensando que lejos encontraremos lo que tenemos en nuestro interior. Todos tenemos la joya de la divinidad, siendo el contacto con los ángeles una gran ayuda para despertar nuestra parte más pura. Ellos nos ayudarán a entrar en armonía con nuestro yo, recordándonos que hay algo de ángel dentro.
Al conocer a nuestra alma descubrimos que un gran poder despierta. La seguridad pasa a formar parte de nosotros y la comprensión se expande por cada rincón de nuestro ser. Cuando el hombre conoce su alma y la acepta como su auténtico ser, el entorno se transforma, cayendo el sistema creado por las masas y encontrando la razón de la vida. El alma es la parte inmortal del ser humano, está por encima de las experiencias mundanas. El alma es nuestro auténtico ser y nuestro cuerpo es donde materializa los actos.
El ser humano puede elevar considerablemente su conciencia, facilitando en estos tiempos que la información de nuestras vidas anteriores llegue a nuestro recuerdo, de forma natural y haciéndonos comprender cuál es la razón de ser. La vida es maravillosa en el momento en que sabemos quiénes somos.
Nuria López y Pere Pascuet - Vivir con los ángeles
Hola, me detuve en el texto, pues no es habitual que lea temas como los que aquí propones, pero me pareció muy bueno, no sabría si llamarlo alma, mente, espíritu o lo que fuese, pero hay un algo muy especial que pulsa dentro de nosotros y que, muchas veces, ni siquiera lo sabemos interpretar.
ResponderEliminarUn gran cariño.
HD
Ni lo sabemos interpretar ni lo oímos, y lo más común es que digamos que no existe... Aunque no porque lo digamos va a dejar de ser. Es como si fuéramos robots dirigidos por un ordenador instalado dentro. El robot no se ha hecho a sí mismo, desconoce de qué está compuesto, solo acumula memoria desde que lo fabricaron... pero asegura que no hay tal ordenador.
EliminarUn afectuoso saludo
Manuel
Hola Manuel
ResponderEliminarEntro por primera vez y hoy me quedo con esta reflexión sobre el alma que me ha parecido muy interesante.
El alma es la esencia de nuestro ser. Podremos cambiar la apariencia externa, poniéndola más o menos joven o bonita, pero el alma es intocable. Es lo que nos diferencia de los demás, lo que nos hace ser seres únicos y especiales.
El alma es lo que da vida a las personas, pues sin alma seríamos simples robots, sin pensamientos ni sentimientos.
Y me callo, que de la que empiezo no paro.
Te segiré leyendo y aprenderé algo nuevo y profundo con tus reflexiones.
Un abrazo
Saludos, uxue...!cuánto tiempo! Pues sí, el alma es la esencia, como dices bien "es lo que da vida a las personas"... y sentido. Oye, sigue hablándome del alma lo que sepas que yo no sé tampoco demasiado, jaja, como dice Prabhupada: " es del tamaño de un átomo". Por eso lo de "chispa" espiritual.
EliminarDecirte que si indico el autor en la entrada, no he hecho más que sintetizar o resumir lo conveniente de esa obra en lo que estoy muy de acuerdo, y puede haber aspectos que no esté tan de acuerdo "pero que me gustaría estarlo". El mérito lo tiene y respeto al autor, yo no lo diría mejor ni soñando.
Un abrazo,
Excelente. Había oído esto, pero no había encontrado la forma de interiorizarlo o es posible que lo había oído en un momento que no necesitaba interiorizarlo. Gracias por un buen trabajo de reflexiones
ResponderEliminarAdemás de interiorizarlo, lo más importante creo es sacarle provecho, abrirse a una dimensión distinta y más plena de la vida.
EliminarEs intetesante el hecho de creer q dentro nuestro hay algo autentico cuando la vida mundana nos lleva en direcciones tan difetentes. Pienso q cada persona es una flor podra formar parte de muchos productis pero la escencia de su aroma va a permanecer siempre igual por el resto de la eternidad.Ademas siempre se va a recordar su escencia su aroma antes q la apariencia porq perdura..
ResponderEliminarHOLA, QUISIERA SABER SI LO MISMO QUE PODEMOS CONECTAR CON NUESTRA ESENCIA, YA SEA MEDITANDO POR EJEMPLO, TAMBIEN PODEMOS VISUALIZARLA, VERLA, PODEMOS VER NUESTRA ESENCIA ?
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